Tuesday, October 03, 2006

Las tensiones entre Bolivia y el Paraguay

Las últimas tensiones diplomáticas que se han producido entre Bolivia y Paraguay, por motivos tan diversos como un caso de refugiados, la construcción de un fortín boliviano en la zona fronteriza, y la existencia de un mega-aeropuerto militar paraguayo cerca de territorio boliviano, nos mueven a retroceder 72 años en el tiempo para recordar situaciones previas a la Guerra del Chaco en la cual ambos pueblos se desangraron durante tres años, desde 1932 a 1935.

¿Cuál fue la chispa que encendió aquella guerra?. Nada más que un incidente de aparentemente de poca magnitud e incruento acaecido en un sector fronterizo sobre el cual ambos países alegaban tener soberanía. Una expedición boliviana de 18 hombres llegó ahí, donde había una laguna a la sazón ocupada y utilizada por menor número de paraguayos quienes fueron expulsados por los expedicionarios que tomaron posesión del espejo de agua y lo bautizaron como Laguna Chuquisaca.

Aquella acción impulsiva -obviamente no premeditada por los expedicionarios ni medida en sus consecuencias- desencadenó primero represalias con retoma de la laguna por paraguayos y, luego, la guerra total que convirtió al Chaco en un infierno. Resulto la gota que colmó un vaso de tensiones acumuladas históricamente desde la época colonial y que se habían ido agudizando en el primer siglo de la era republicana.

Esos son episodios de un triste pasado que mejor sería dejar enterrado en el olvido. Sin embargo, algunas tensiones recientes entre La Paz y Asunción, especialmente las de tinte militar, mueven a preocupación y obligan a retroceder 73 años para sacar lecciones de aquel tiempo y evitar que nuevos errores, en el mismo escenario del Chaco, puedan eventualmente desembocar en una repetición de la historia.

Para comenzar por lo más reciente, recordemos que hace pocas semanas, en su visita a Guatemala, camino a la Cumbre de Países No alineados, el presidente Evo Morales dijo que Estados Unidos está queriendo propiciar un enfrentamiento entre Bolivia y Paraguay. Poco después Morales se retractó de esa afirmación, se disculpó con los diplomáticos que lo habían oído y sostuvo que no tenía evidencia de eso. Pero lo dicho estaba dicho. La retractación no fue suficiente para disipar susceptibilidades en Asunción, por lo cual el ministro de Defensa, Walker San Miguel, tuvo que viajar para dejar en claro que Evo no quiso decir lo que dijo en Guatemala.

Pero, sobre llovido mojado. La semana pasada, el periódico Ultima Hora del Paraguay, en nota reproducida por “Los Tiempos” informó lo siguiente:

“En el cuartel fronterizo boliviano de Ibibobo, distante a 35 kilómetros del puesto militar paraguayo Infante Rivarola, se ha registrado desde hace semanas una llamativa movilización de tropas, con constantes ejercicios y acuartelamientos, lo que ha generado preocupación en la población chaqueña, debido a las versiones de roces diplomáticos ocurridos entre los gobiernos de Asunción y La Paz.”

“El corresponsal de Ultima Hora llegó hasta esa distante base militar de Bolivia y pudo comprobar que las tropas están acuarteladas y en constante entrenamiento, pero oficiales del ejército boliviano aclararon extraoficialmente que tales maniobras obedecen a las tensiones sociales que se están produciendo internamente y que nada tienen que ver con el Paraguay.”

“El diario Ultima Hora agrega que su corresponsal, pese a las restricciones “por seguridad” pudo observar y fotografiar a los soldados bolivianos de Ibibobo realizando entrenamiento de combate.”

“A los informes sobre el acuertelamiento de tropas bolivianas, se sumó la noticia de que varios militares norteamericanos estuvieron recientemente recorriendo el Chaco, inspeccionando zonas de la frontera paraguaya con Bolivia.”

“El dato causó aun más inquietud en la población chaqueña, a partir de que el propio presidente boliviano Evo Morales había acusado que Estados Unidos está propiciando un enfrentamiento armado entre Bolivia y Paraguay.”

“El general Oscar Isnardi, del Tercer Cuerpo de Ejército con asiento en Mariscal Estigarribia, reconoció que los militares norteamericanos realizaron “una visita de cortesía” y recorrieron varios puntos estratégicos de la frontera con Bolivia y Argentina.”

“No hay que ahogarse en un vaso de agua. ¿Por qué levantan tanto polvo porque un grupo de colegas visita el Chaco? No hay que tener miedo; nosotros también vamos a visitarlos a ellos. Es una visita de cortesía que siempre se hace”, declaró Isnardi.”

Hasta aquí la información del periódico paraguayo.

Adicionalmente, conviene recordar que en la base militar Marical Estigarribia, a 200 kilómetros de la frontera con Bolivia, existe una megapista de 3.800 metros de larg, apta para el aterrizaje de aviones de gran envergadura como bombarderos y de transporte de tropas y pertrechos militares de gran peso B-52, Hércules C-130, Galaxy C-5 y KC-135, entre otros. Esta base es más grande que la del aeropuerto de Asunción, a decir de un vocero autorizado del Ejército paraguayo.

La gran pista fue construida por técnicos de los Estados Unidos en la década de los 80 durante la dictadura de Stroessner. Desde entonces es mantenida en perfectas condiciones de uso, aunque el tránsito aéreo en ella es mínimo (pocas avionetas y algún transporte militar cada semana,) según una publicación de prensa de septiembre del año pasado en la cual también se recordaba que meses antes el Congreso aprobó una ley que concede inmunidad a las tropas de Estados Unidos y, por primera vez en la historia paraguaya , se autorizó la entrada en tandas de 400 soldados estadounidenses para 13 operativos de entrenamiento y adoctrinamiento en materia de seguridad y defensa, así como para hacer tareas de asistencia médica y social a poblaciones pobres.

El tiempo en que fue construida la megapista del chaco paraguayo - hace 20 años- coincide con un periodo de expansión comunista y socialista en el cono sur latinoarmericano.

Lo cierto, ahor, es que hay actividad militar fuera de lo común en el Chaco paraguayo: Actividad en el Fortín boliviano en Ibibobo, donde se entrenan intensivamente tropas bolivianas, a 35 kilometros de puesto militar paraguayo “Infante Rivarola”; y actitividad tambièn en la Megapista de la base miltar Mariscal Estigarribia del Paraguay donde los miltares norteamericanos realizan frecuentes ”visitas de cortesía”.

Si sólo se tratara de movimientos militares bolivianos y paraguayos, cada uno en su lado, sin ingerencias foráneas, podría parecer actividad castrense de vigilancia fronteriza rutinaria; pero, si tenemos a militares venezolanos detrás de Bolivia y a militares de Estados Unidos detrás del Paraguay, considerando que los presidentes Bush y Chávez no se tragan ni en pintura, la cosa cambia.

Muchas guerras por motivos ideológicos se han ventilado en territorios ajenos y lejanos a los propios de las partes en pugna. Los países ricos ponen dinero y armas; los países pobres aportan los muertos.

No creemos que Estados Unidos y Venezuela lleguen a utilizar al Paraguay y a Bolivia como campo de batalla para medir sus fuerzas...pero, todo puede ser.

MINUCIO

- Comentarios al e-mail: boliviscopio@hotmail.com