Monday, November 06, 2006

Por favor...¡no nos liberen, compadres!!!

El Ministro de Energía de Venezuela, Rafael Ramírez, que es al mismo tiempo presidente de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) confundió a propios y extraños la semana pasada cuando, durante un acto de campaña proselitista por la reelección de Hugo Chávez, proclamó la decisión venezolana de “liberar a Bolivia”.

Como en este momento Bolivia está bajo el dominio del presidente
Evo Morales y del Movimiento al Socialismo no faltaron quienes, tras conocer esa proclama libertaria venezolana, pensaron que los chavistas habían sufrido algún corto circuito cerebral que revolvió cual tortilla sus preferencias y amores por el gobierno boliviano, sumiéndolos en un delirio que momentáneamente les hizo ver las cosas al revés, tanto que emulando a Simón Bolívar proclamaron a los cuatro vientos su intención de liberar !ya! a “la hija predilecta del Libertador”.

La acción de liberar supone, siempre, la existencia de un oprimido y de un opresor, de un dominado y de un dominador, de un amo y de un esclavo. En el caso de Bolivia no hay actualmente nada de eso, sino un gobierno que emergió del voto mayoritario democráticamente expresado en las urnas. Por un lado están los gobernantes -Evo y los masistas-, por el otro los gobernados -todos los bolivianos.

Si cayese del cielo un hipotético libertador caribeño de Bolivia sólo podría liberar a los actuales gobernados de sus actuales gobernantes quienes obviamente tendrían que ser derrocados del poder torpemente y a la bruta; sin preguntar a los presuntos beneficiarios si desean ser liberados. Esto no sólo suena a disparate, sino que es un solemne disparate.

“Nosotros vamos a liberar a Bolivia...porque vamos CON TODOS LOS HIERROS a jugarnos el futuro de Bolivia junto con Evo Morales..” dijo Ramírez y añadió: “Todavía hay gente que dice que eso del imperialismo es una exageración del comandante Chávez. El que tenga duda de eso que revise los más de 650 mil civiles iraquíes que han ofrendado su vida solamente porque el imperialismo yanqui optó, decidió, hacerse del petróleo del pueblo iraquí”, sostuvo.

Luego, añadió: “El que tenga duda respecto del imperialismo yanqui, vaya a Bolivia y vea cómo nos están aplicando allá al presidente Evo Morales, la misma receta que aplicaron al presidente Chávez al final del año 2001, todo el año 2002, la misma presión internacional, la misma subversión interna, las mismas élites”

Ramírez cerró su discurso pintando un cuadro dantesco de Bolivia: " Allá es terrible, además, porque allá hay desprecio a los indios y ahora los están llamando fundamentalismo andino, el imperialismo y sus cachorros."

Aparentemente el ministro venezolano Ramírez no sabe que desde hace nueve meses Bolivia tiene sus propios libertadores (Evo, el MAS y los movimientos sociales) en función de gobierno. Ellos trabajan intensamente para avanzar en su proyecto liberador. Con aciertos y errores están haciendo lo suyo. La ingerencia de "metiches" foráneos no les favorece para nada. Al contrario, les perjudica.

El ofrecimiento de *Liberar a Bolivia CON TODOS LOS HIERROS...*, por ejemplo, no contribuye en lo más mínimo a la liberación del país y sólo aumenta las susceptibilidades de países vecinos que tienden a interpretar como "carrera armamentista" cualquier convenio de cooperación militar de alguno de sus vecinos con otra potencia de la región.

Es el caso de la cooperación venezolana para construir y equipar fortines militares en zonas fronterizas. El ministro de Defensa, Walter San Miguel, tuvo que hacer visitas en seguidilla a los países vecinos para explicar a sus homólogos que se trata simplemente de un reforzamiento de controles para frenar el narcotráfico y el contrabando en regiones limítrofes, sin ninguna connotación agresiva. Aparentemente esa explicación tranquilizó a los vecinos.

¿Qué pasará ahora tras la proclama venezolana de “liberar a Bolivia con todos los hierros”, teniendo en cuenta que “los hierros” no son otra cosa que armas de guerra, desde pistolas, fusiles, ametralladoras, bazookas, cañones y misiles, hasta tanquetas, tanques, helicópteros y aviones bombarderos, con expertos militares y tropas de apoyo para la operación liberadora.

Ya nos imaginamos al ministro de Defensa San Miguel y al Canciller Choquehuanca, haciendo cronogramas de nuevos viajes y visitas a países vecinos para explicar que una eventual presencia militar venezolana “con todos los hierros” para liberar a Bolivia no significa ninguna amenaza a la paz en la subregión.

“Por favor... ¡no nos liberen, compadres!!”, es lo que Evo Morales y los masistas tendrían que decirles clamorosamente a su amigos Hugo Chávez y a los chavistas.

MINUCIO

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