Wednesday, December 06, 2006

Diálogo de sordos y dos mentiras

En la Asamblea Constituyente se esfumó la última esperanza de lograr consenso por la vía del diálogo para resolver la disputa por el quorum (dos tercios o mayoría absoluta) que regirá para aprobar el texto de la nueva Constitución Política del Estado.

Un intento de búsqueda de acuerdo el pasado domingo, en Sucre, quedó reducido a diálogo entre sordos, porque los involucrados -de un lado el presidente Evo Morales y los constituyentes del MAS; del otro políticos y constituyentes no masistas junto a dirigentes de comités cívicos regionales- repitieron sus argumentos ya conocidos, los primeros en favor de la mayoría absoluta, los segundos reclamando la vigencia de los dos tercios.

La esperanza de la minoría radicaba en que el presidente Evo Morales influyera en los constituyentes del MAS para que aceptasen modificar el art. 71 del Reglamento sustituyendo el quorum de mayoría absoluta (50% +1) que impuso unilateralmente el oficialismo, por los dos tercios para el texto de la nueva Constitución, tal como establece la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente.

Durante esa reunión Evo Morales -luego de su ataque de rigor a la oposición, a los comités cívicos y a los prefectos no masistas- dijo que el Poder Ejecutivo no podía inmiscuirse en el funcionamiento de la Asamblea y que la modificación del art. 71 es un tema que debe ser resuelto por los constituyentes.

Este discurso dejó con la boca abierta a los constituyentes de la minoría, a los representantes de partidos políticos opositores, a los dirigentes de comités cívicos, a los periodistas e incluso a propios constituyentes del MAS, porque es de conocimiento público que desde agosto pasado, cuando se instaló la Asamblea, Evo Morales cumple el papel de maestro titiritero, manejando desde La Paz los hilos para que la bancada masista mayoritaria actúe conforme a las consignas presidenciales.

Pero no todo fue manejo de los constituyentes masistas a control remoto desde agosto al presente. Repetidamente Evo viajó a Sucre para reunir a los asambleístas de su partido y darles un tirón de orejas, además de impartirles personalmente consignas para que sean cumplidas al pie de la letra, so pena de ser castigados por los movimientos sociales. Otras veces, en reemplazo de Evo actuaba como titiritero maestro sustituto el vicepresidente García Linera quien visitaba Sucre para meter en vereda a algunos constituyentes masistas indisciplinados o que estaban por descarriarse.

Después de esa injerencia abierta y permanente del Poder Ejecutivo en la Asamblea Constituyente, intromisión que es de conocimiento público, fue sorprendente y casi increíble oír al presidente Evo Morales proclamar que nunca indujo a la mayoría masista a obrar conforme a sus consignas impartidas desde el palacio de gobierno.

Al presidente Evo Morales se le atribuyen muchas cualidades en sus distintos y a la vez simultáneos roles de líder sindical, jefe político y gobernante. Después de su última actuación en la Asamblea a esas "cualidades" habrá que añadir otra: la de "gran mentiroso".
Ese “don” ya había sido percibido por la ciudadanía pocos días antes cuando durante un acto en la Universidad de Santa Cruz un grupo de estudiantes le abucheó obligando a su cuerpo de seguridad a cubrir el cuerpo del presidente, sacarlo del lugar a toda prisa, meterlo a un vehículo y partir a velocidad mientras llovían piedras tras el motorizado.

En la noche, después de ese incidente, Evo Morales convocó a conferencia de prensa en el palacio de gobierno para decir que en Santa Cruz no había sufrido ningún abucheo ni intento de agresión, que no hubo pedradas y que, por el contrario, fue aplaudido. Lo que no sabía el presidente es que en ese mismo momento los noticieros de televisión estaban mostrando en video lo que realmente aconteció en la universidad cruceña. La mentida presidencial quedó en evidencia de modo irrebatible.

MINUCIO

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