Tuesday, January 25, 2011

Herodes, Pilato, agua y gasolina

Altas autoridades gubernamentales repiten con insistencia que la subvención al precio de los carburantes perjudica gravemente a la economía boliviana y favorece al contrabando. Al mismo tiempo hacen notar que la abrogación del Decreto 748 que elevó los precios de la gasolina, el diesel y el jet fuel, al nivel del mercado internacional, tras masivas protestas populares, se debió a la vocación presidencial de "gobernar obedeciendo al pueblo" que en aquel momento -según las autoridades- hizo saber que "la medida, aunque necesaria, no era oportuna".

En reciente declaración a la prensa el ministro de Economía, Luis Arce, respondiendo a la pregunta de cuándo sería oportuno aplicar nuevamente esa nivelación de precios de los carburantes, dijo que "La forma, el cuándo, el cómo, va a depender de la población. Nosotros ya cumplimos y estamos prestos a lo que el pueblo diga. El presidente ha sido claro, nosotros hemos salvado nuestra responsabilidad. Ahora le toca al país, a la población, tomar la decisión sobre cual es el mejor momento."

Este modo de eludir el "bulto" (gasolinazo) liberándose de responsabilidades nos hace rememorar dos frases bíblicas relacionadas con la pasión y muerte de Jesucristo. Ellas son: "Ir de Herodes a Pilatos" y "Lavarse las manos como Poncio Pilato".

La primera *Ir de Herodes a Pilato" surge de San Lucas (23, 6-12) cuando relata que Jesús, después de haber sido condenado por el sanedrín, es llevado ante Poncio Pilato quien se entera de que el reo es de Galilea y sabiendo que Herodes Antipas, monarca de esa región, está en Jerusalén se lo envía a Jesús para que ese rey decida su suerte. Herodes, viendo a Jesús le hace varias preguntas y le pide que haga un milagro. Como Jesús no responde, Herodes opta por devolverlo a Poncio Pilato. Así, en realidad Jesús hizo un viaje de ida y vuelta: primero, de Pilato a Herodes y, luego, de Herodes a Pilato.

La segunda: "Lavarse las manos como Poncio Pilato" se origina en el relato de San Mateo (27,24) quien refiere que al no encontrar Poncio Pilato razones para condenar a muerte a Jesús, expuso este criterio ante la multitud que hizo oídos sordos y seguió gritando "crucifixión, crucifixión". Pilato, temiendo que el tumulto se desborde, pidió agua, se lavó las manos y dijo: "Yo no soy responsable de la muerte de este hombre. Es cosa de ustedes." Vale decir que con el lavado de manos Pilato pensó que también se daba un baño de inocencia y que salvaba su responsabilidad en la cricifixión de Jesús...así paso a la historia.

Volviendo al presente, con visión de Tercer Ojo, podríamos decir que la decisión sobre una nueva nivelación de precios de los carburantes, "la forma, el cuándo y el cómo", que normalmente debiera corresponder a a las autoridades, ha sido unilateralmente delegada por el gobierno al pueblo... Pesada carga, en verdad, como en su tiempo lo fue Jesús al rebotar entre Herodes y Pilato.

Además, igual que hace dos mil años, ahora no sólo hay rebote sino también lavado de manos. El ministro Arce lo dijo : "Nosotros ya hemos cumplido y estamos prestos a lo que el pueblo diga.. El presidente ha sido claro, nosotros hemos salvado nuestra responsabilidad. Ahora le toca al país, a la población tomar la decisión sobre cual es el mejor momento."

El gobierno salvó su responsabilidad. Ahora le toca al país.

¡ Qué cosa !

MINUCIO

boliviscopio@hotmail.com