Thursday, July 20, 2006

"MILLUCHADA" Y MISIÓN IMPOSIBLE

El vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, acompañado por un pequeño grupo parlamentarios y empresarios, se encuentra desde ayer en Washington cumpliendo una ajustada agenda de reuniones cuyo propósito es lograr la ampliación -por un año o dos- de la Ley de Promoción Comercial Andina y de Erradicación de la Droga (ATPDEA) que otorga preferencias arancelarias a productos bolivianos en el mercado estadounidense.

Por tratarse de una misión considerada imposible, antes de viajar, ayer en la mañana, ellos fueron sometidos una "milluchada", rito indígena que se practica unas veces para llamar a los"ajayus" (espíritus) extraviados, a fin de que vuelvan al cuerpo de niños o adultos sumidos en la pena y la depresión por cualquier motivo, y otras veces para alejar las malas ondas e insuflar buena suerte a personas que tiene alguna misión que cumplir. Como ejemplo, recordemos que Evo Morales fue "milluchado" con gran solemnidad por yatiris altamente calificados cuando asumió la presidencia.

En el caso de los viajeros a EE.UU. la ceremonia no fue para recuperar sus "ajayus", que se supone están muy firmes en sus interiores, sino para invocar la bendición de la Pachamama y ponerles aureolas invisibles que proyecten buena suerte en todo lo que hagan. Así, los yatiris oficiantes, armados de un brasero con carbones al rojo vivo, quemaron una "mesa" (envoltorio ritual que contiene incienso, mixturitas, hojas de coca y otras hierbas aromáticas) y sahumaron generosamente al vice y a su comitiva que, luego, dejando estelas de olor a santidad se dirigieron al aeropuerto de El Alto.

Hubo un serio problema para el vicepresidente al momento de ser verificada su visa en el mostrador de la aerolínea cuya computadora, en red con el sistema de la embajada de EE.UU., lo mostraba como vetado pese a que tenía visa. Sobrevino un gran revuelo en la terminal aérea.. Protestas por aquí, llamadas telefónicas por allá, al Palacio de Gobierno y al embajador estadounidense David Greenlee quien, finalmente, explicó que "hubo una especie de desfase" dentro del sistema interno de esa embajada.

A todo esto el avión de AA ya había partido rumbo a Santa Cruz, sin el vice ni su comitiva. El viaje parecía haberse frustrado. Pero no fue así. En un episodio que parece de película el embajador Greenlee apareció en escena y dispuso que un avión Hércules USAF C-130, casualmente parqueado en el aeropuerto paceño de El Alto, traslade al vicepresidente con sus acompañantes hasta Santa Cruz para dar alcance al Boeing de AA. La orden fue cumplida al pié de letra. Después, atrasado en más de una hora, el avión de American con todos sus pasajeros, incluido el vice, despegó de "El Trompillo" rumbo a Miami. De ahí el grupo boliviano tomó conexión a Washington donde se encuentran actualmente.

Si las "milluchadas" fuesen tan milagrosas como afirman los yatiris aimaras, la peregrinación del vicepresidente a EE.UU. tendría que culminar este fin de semana con la ampliación del ATPDA y el retorno triunfal de los comisionados a Bolivia.

Sin embargo, todo parece indicar que la hechicería andina no surte efectos en Estados Unidos, cuyo embajador en La Paz ya ha pronosticado que no habrá ampliación del ATPDEA.

Esperemos que cuando vuelvan los comisionados no sea necesario "millucharlos" nuevamente, pero esta vez para llamar a su "ajayus" desprendidos en el camino por la pena del fracaso. Como consuelo para ellos habrá que decirles: "¡Ánimo! No hay peor intento que el que no se hace".

MINUCIO

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