Monday, July 03, 2006

ELECCIONES: ¿EVO GANÓ O PERDIÓ?

El 2 de julio de 2006 quedará inscrito en el calendario histórico de Bolivia como el día en que simultáneamente, por primera vez, se realizaron elecciones para una Asamblea Constituyente y un Referéndum Autonómico.

Esa fecha, obviamente, está ligada a otras dos importantes, el 18 de diciembre de 2005 cuando Evo Morales fue elegido presidente de la república, y el 22 de enero de 2006, cuando asumió formalmente el mando de la nación obligado a cumplir una ley anterior que fijaba el 2 de julio de 2006 para la elección de asambleistas constituyentes y referéndum sobre autonomías.

Evo Morales cumplió ese mandato el pasado 6 de marzo al promulgar dos leyes que un día antes había sancionado el Congreso: la Ley Especial de Convocatoria a la Asamblea Constituyente y la Ley de Convocatoria a Referéndum Nacional Vinculante a la Asamblea Constituyente para las Autonomías Departamentales, ambas confirmadas para su realización el domingo 2 de julio. Esos los antecedentes.

En la etapa prelectoral -tres meses- Evo Morales se constituyó en abanderado de la campaña proselitista del MAS, y haciendo una mescolanza de sus roles de presidente de la república, jefe de partido político y dirigente sindical de los cocaleros, recorrió el país proclamando que la Asamblea Constituyente era el trampolín y la clave para la conquista del poder total y para imponer aceleradamente las transformaciones revolucionarias sin piedras en el camino.

Evo decía que en las elecciones de diciembre del 2005 las mayorías habían ganado el gobierno ungiéndolo a él como presidente de la república con el 54 % de la votación. Afirmaba que eso les permitía tener ahora el gobierno pero no el poder; que el poder había que alcanzarlo mediante un triunfo aplastante el 2 de julio con el 80 o 90 por ciento de votación popular en las elecciones para representantes a la Asamblea Constituyente.

El afán, casi obsesivo, de Evo Morales para lograr esa gran mayoría en la Asamblea Constituyente, impulsó a su gobierno a aplicar medidas de alto impacto social que supuestamente se traducirían en votos a favor del oficialismo. Entre ellas cabe destacar la nacionalización de los hidrocarburos y el anuncio de una nueva reforma agraria. Otras muchas medidas para satisfacer demandas de movimientos sociales, sindicatos y organizaciones campesinas, fueron aprobadas con generosidad. Aparentemente, el aumento de votos estaba asegurado.

Los resultados extraoficiales, hoy, muestran que el MAS ganó las elecciones para a la Asamblea Constituyente, logrando 134 representantes de los 255 que conformarán ese cuerpo. En términos porcentuales eso equivale al 52.5 %, cifra que está muy lejos del 90 u 80 por ciento que pretendía Evo para realizar su sueño de control total de la Asamblea para luego detentar el poder también total y "refundar" Bolivia a su antojo.

En síntesis, podría decirse que si bien el MAS ganó las elecciones para la Constituyente, Evo Morales perdió su sueño dorado y su ilusión de convertirse en algo así como emperador. Por algún tiempo tendrá nomás que seguir siendo un presidente de la república común y corriente, como corresponde en democracia.

MINUCIO

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