El reciente "azucarazo", que hizo subir el precio del azúcar al nivel de mercado internacional, ha dado lugar a que "de golpe y porrazo" el pueblo perciba que el más temido cáncer de cualquier economía: "la inflación" ya está dentro de la propia casa...y no entró por la ventana, sino por una puerta ancha abierta por el gobierno.
Cabe recordar que el "gasolinazo" de diciembre pasado, pese a su efímera vigencia de cinco días, fue el detonante para que se dispare la inflación, hasta entonces relativamente baja y aparentemente controlable. El ya famoso Decreto 748 puede equipararse a una llave con la cual el gobierno, al igual que la mitológica y bella Pandora, abrió la caja prohibida dejando escapar todos los males habidos y por haber.
Esta vez, en Bolivia, salieron como cohetes males modernos, entre ellos la inflación, la escasez de alimentos, la desocupación, además de plagas y desastres naturales.
El hecho de que tras esa apertura de la caja el gobierno la hubiese cerrado con apuro (abrogación del decreto) no sirvió de nada. El daño ya estaba hecho, al igual que en el mitológico episodio cuando Pandora, aterrada por lo que hizo, se apresura en cerrar la caja que ya estaba vacía, pues los males se habían esparcido velozmente por el mundo, con excepción de una sola cosa que yacía en el fondo y quedó dentro: la Esperanza.
Curiosamente, tras el descalabro causado por el"gasolinazo", lo único que ha quedado inamovible es el precio subvencionado y barato de los carburantes, para regocijo de contrabandistas que siguen actuando impunemente y acumulando fortunas en las regiones fronterizas
En todo lo demás vinculado al azúcar los precios están de subida, desde los desayunos, apicitos y juguitos de mercados, hasta los chocolates, pasteles, tortas, helados y raspadillos. Pero no sólo en las cosas dulces. También los productores de leche anuncian fuerte alza en el precio por litro, lo cual repercutirá en los diversos productos lacteos derivados. Al mismo tiempo los transportistas advierten que subirán las tarifas del transporte público, sí o sí...Hasta los escolares exigen aumento en su asignación cotidiana para "recreo".
Ahora, como Pandora, nos quedamos con la Esperanza.
Esperanza de que Dios ilumine a los gobernantes para que controlen la inflación, adoptando medidas racionales y oportunas, atendiendo a la economía más que a la politiquería.
¡ Buenos días, inflación !. Con mucho pesar, te saludamos...porque lo cortés no quita lo valiente.
MINUCIO
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