Las nuevas promociones de policías en Bolivia deben formarse en el marco de una doctrina asentada sobre cuatro pilares fundamentales: anti-imperialismo, anti-capitalismo, anti-colonialismo y anti-corrupción. Lo dijo el ministro de Gobierno Sacha Llorenti en un fogoso discurso al inaugurar el Año Académico Policial 2011.
Tradicionalmente, en esos actos, era de rigor que el ministro del área exhorte a los cadetes de Policía a cumplir la misión específica que la Constitución Polìtica del Estado asigna a esa institución. Al respecto, la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia dice:
Art. 252
I.- La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio boliviano. Ejercerá la función policial de manera integral, indivisible y bajo mando único, en conformidad con la Ley Orgánica de la Policía Boliviana y las demás leyes del Estado.
II.- Como institución no delibera ni participa en acción política partidaria, pero individualmente sus miembros gozan y ejercen sus derechos ciudadanos de acuerdo con la ley.
En consonancia con este precepto constitucional hubiera sido apropiado que en su discurso a los cadetes de la Policía el ministro de Gobierno les exhorte a cumplir fielmente el mandato constitucional de mantener el orden público y velar por la seguridad ciudadana, noble misión que exige una actitud permanente anti-delincuencia, anti-narcotráfico, anti-contrabando, anti-criminalidad en todas sus formas y también anti-corrupción, este último el único "anti" rescatable de los proclamados por Llorenti.
Cabe esperar que los cadetes de la Academia Nacional de Policías dejen que algunas palabras se las lleve el viento y se preparen para cumplir fielmente la misión que les señala la Constitución Política del Estado.
MINUCIO
boliviscopio@hotmail.com