Anoche (viernes) cundió el pánico entre los transportistas del servicio público y los propietarios de vehículos particulares de La Paz quienes impactados por el rumor de un nuevo "gasolinazo" se movilizaron en pos de carburantes.
El pánico creció cuando ellos encontraban cerrados varios surtidores con llamativos letreros que decían "Clausurado". De inmediato los conductores aceleraban sus motorizados para continuar buscando...y respiraban aliviados cuando aparecía alguna gasolinera en funcionamiento. Había que hacer "cola" en la larguísima fila, pero...ni modo.
Hasta esta mañana (sábado) las colas de vehículos continuaban avanzando lentamente ante las gasolineras que no habían sido clausuradas por el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) durante un operativo sorpresa para verificar la extensión de facturas por venta de carburantes.
Los surtidores "pescados" en omisión de ese deber sufrieron el castigo de clausura por tres días. Esto significa que al menos 15 gasolineras en La Paz no funcionarán este fin de semana, hasta el lunes.
Cuando decimos acción del SIN "sin pienso" no nos referimos al pienso-forraje que es utilizado en los establos como alimento seco para el ganado. Hablamos de pienso como conjugación en tiempo presente del verbo pensar (yo pienso, tú piensas...etc).
Queda claro entonces que algunos funcionarios del SIN "sin pienso" no son cuadrúpedos en ayunas, como las vacas o los caballos, sino bípedos humanos que ejercen una función pública en la cual operan burocráticamente sin pensar en las graves consecuencias que pueden derivar de algunos de sus actos.
Clausurar una gasolinera no es lo mismo que clausurar una ferretería, o una librería, o un restaurante, o una farmacia, o cualquier negocio comercial cuyo cierre por tres días no afecta a la población en general, porque el comprador tiene muchas otras opciones.
Clausurar quince gasolineras de las treinta o poco más que existen en esta ciudad significa alterar la normalidad de la vida cotidiana en toda la población, porque al reducir el suministro de carburantes disminuye el transporte público, dando lugar a subida de tarifas; perjudica a las personas que necesitan trasladarse de un punto a otro para trabajar; y congestiona el tráfico de vehículos en la urbe debido a las "colas" en torno a los surtidores no clausurados...en fin, perjudica a todos.
¿No sería mejor para el Servicio de Impuestos -y para todos- que cuando algunas gasolineras no dan facturas les apliquen fuertes multas en lugar de cerrarlas por tres días?
¿Que tal si un cementerio no da factura? ¿El SIN lo cerrará por tres días dando lugar a que los difuntos queden fuera en sus ataudes?
¿Que tal si un hospital o clínica con pacientes en terapia intensiva no da factura? ¿El SIN aplicará clausura poniendo en riesgo la vida de esos enfermos?
Por favor...sugerimos que en algunos casos especiales, las multas puedan suplir a las clausuras por tres días. Que las sanciones del SIN a los contribuyentes se apliquen "con pienso", no "sin pienso".
MINUCIO
boliviscopio@hotmail.com