Los treinta días comprendidos entre el 18 de diciembre de 2005, cuando ganó las elecciones presidenciales, y mañana 17 de enero de 2006 en que visitando Argentina cerrará su ciclo viajero como presidente electo de Bolivia, serán, sin duda, recordados por Evo Morales como el mejor momento de su vida, de esos momentos imborrables que quedan grabados en la memoria para siempre, no por su duración sino por su intensidad.
¿Qué pasó en esos treinta días?. Del 18 al 30 de diciembre Evo Morales gozó la embriaguez de su triunfo electoral, en medio de aclamaciones de los movimientos sociales que lo apoyaron, limando asperezas y fumando la pipa de la paz con sectores empresariales y cívicos que antes lo satanizaban. Algo inolvidable.
El 31 de diciembre realizó un viaje relámpago de ida y vuelta a Cuba con una comitiva de 60 personas en el avión presidencial de Fidel Castro quien lo recibió en La Habana con los honores correspondientes un jefe de Estado. Ese día resultó corto para el encuentro privado de varias horas que sostuvieron Morales y Castro; un solemne homenaje del Congreso cubano a su persona; otras actividades oficiales y, finalmente, la despedida en el aeropuerto “José Martí” desde donde regresó a Bolivia en la misma aeronave. También inolvidable.
Para despedir al año viejo y recibir al nuevo Evo escogió su pequeño pueblo natal, Orinoca, villorrio que yace sumido en la pobreza y el atraso, perdido en la inmensidad del altiplano. Ahí volvió a respirar los aires de su infancia y adolescencia, empapándose en sus raíces y reencontrándose con parientes y amigos de antaño quienes no podían creer que “el Evo” fuese ahora presidente electo de Bolivia, y que estaba ahí, departiendo con ellos, codo a codo, sencillamente, con su vestimenta y apariencia de siempre, desgranando recuerdos, compartiendo alimentos y bebidas en una mesa común, como en los viejos tiempos. Un año nuevo inolvidable.
El lunes 2 de enero Evo Morales tuvo un encuentro con el embajador de los Estados Unidos en Bolivia, David Greenlee, a invitación de éste. Hasta antes de las elecciones para la Casa Blanca el diablo y Evo eran la misma cosa, tanto que una declaración del Departamento de Estado advirtió sobre los riesgos de suspensión de la cooperación estadounidense a Bolivia que podría acarrear un eventual triunfo electoral de Morales. El resultado de las elecciones hizo cambiar las cosas.
Un comunicado del Movimiento al Socialismo (MAS) sobre esa reunión, tras remarcar que la misma se desarrolló “en un marco de la mayor cordialidad y respeto”, decía lo siguiente: “Morales y Greenlee coincidieron en la importancia que tiene la lucha frontal contra el narcotráfico y el respeto a la democracia en la región, enfatizando los principios de soberanía, dignidad e independencia de los pueblo.” Inolvidable.
El 3 de enero, en un avión venezolano, Evo Morales, viaja a Caracas invitado por el presidente Hugo Chávez quien lo recibe con honores presidenciales. En la tarde ambos personajes se reúnen en privado, sin que trasciendan los temas tratados, excepto una reafirmación de la ya conocida coincidencia de ambos contra el imperialismo norteamericano y la voluntad de contribuir a la liberación de los pueblos latinoamericanos. De Caracas, en el mismo avión facilitado por Chávez, esa noche Evo y su comitiva parten rumbo con rumbo a España.
El 4 de enero, en Madrid, Evo se reúne con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. En el encuentro tocaron temas relaciones con la seguridad jurídica para las inversiones españolas en Bolivia y la cooperación. En el plano anecdótico recordaron la broma pesada que un humorista español le jugó a Evo Morales dos días después de las elecciones, cuando por teléfono suplantó al presidente español imitando su voz y conversando con el pr4esidente electo que cayó en la broma.
Durante esta visita Evo fue recibido en audiencia por el mismísimo Rey de España, encuentro que culminó con la entrega de un obsequio real al visitante boliviano: una corbata. Nunca se sabrá cual fue la intención del Rey al dar ese presente a Evo, sabiendo, como lo sabe todo el mundo, que “corbata” es una prenda odiosa para Evo. ¿Sería para que Evo la guarde en un marco como recuerdo de su contacto con el Rey español? ¿O sería para que algún día Evo se ahorque con ella?. Sea como fuere, para Morales esta su visita a España también será inolvidable.
El 5 de enero tuvo lugar el encuentro Morales-Chirac en Paris. Al igual que en España el presidente francés también se refirió a la seguridad jurídica para las inversiones francesas en Bolivia. El 6 de enero Evo tuvo contactos con autoridades de la Unión Europea en Bruselas, Bélgica. Entre el 7 y el 9 de enero el presidente electo boliviano visitó Sudáfrica, donde fue recibido por altas autoridades aunque no llegó a encontrarse con Nelson Mandela quien estaba de vacaciones fuera de ese país.
Entre el 10 y el 12 Evo y su comitiva visitaron China. Morales se entrevistó con el presidente chino Hu Jintao. Se habló de inversiones y de cooperación. Desde Pekín volvió a América del Sur para visitar Brasil y encontrarse el viernes 13 con el presidente Lula da Silva.
Un recorrido de Evo Morales por siete países de cuatro continentes en diez días. Algo así como la vuelta al mundo en 10 días, dejando pequeño al héroe de Julio Verne en su célebre novela “La vuelta al mundo en 80 días”. Un viaje verdaderamente inolvidable para el presidente electo boliviano.
Este martes Evo Morales viajará a Buenos Aires para encontrarse con el presidente Néstor Kirschner. Con esta visita podrá fin a la cadena de viajes en su condición de presidente electo.
Podría decirse que a Evo Morales se le acaba el recreo, porque desde el miércoles 18 hasta el 22 de enero, día de su posesión como Presidente de la República, tendrá que lidiar con presiones múltiples de los sectores sociales que ya le están pasando facturas por el apoyo brindado y que exigen participación en ministerios. También tendrá que mitigar tensiones dentro de su propio partido, el MAS, donde ya han aflorado aspiraciones de mayores tajadas en los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Estamos seguros de que frente a los problemas internos que se le avecinan Evo sentirá nostalgia de los gratos momentos que gozó como presidente electo boliviano en los países visitados donde todo fue baño en agua de rosas, congratulaciones, homenajes y honores en abundancia.
Bueno... la vida es así. Como en la escuela. Los recreos comienzan, terminan...y siempre parecen cortos. Después viene lo duro.
MINUCIO
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