Entre las peculiaridades del nuevo presidente Evo Morales ha sorprendido su hábito de madrugar. El problema, no para él sino para sus cercanos colaboradores, guardias de seguridad, personal de la residencia presidencial y del Palacio de Gobierno está en la hora de su despertar, se supone que 4 de la mañana, para tener tiempo de bañarse, vestirse, desayunar y trasladarse al palacio donde, tras recibir los honores de rigor por parte de la guardia, comienza a atender audiencias a partir de las 5 de la mañana.
Todos, propios y extraños, tienen que marcar el paso al ritmo de Evo, incluyendo entre los extraños a diplomáticos y representantes de otros países que se ven obligados a llegar puntualmente a Palacio antes de que salga el sol, para entrevistarse con el nuevo presidente, algunos reprimiendo bostezos que pugnan por exteriorizarse como protesta por el sueño interrumpido. Es de suponer la satisfacción que sienten esos visitantes cuando salen del despacho presidencial, con la certeza de que no tendrán que repetir la hazaña, porque en materia de madrugones obligatorios en país ajeno con uno basta y sobra.
Estamos en el cuarto día de ejercicio presidencial de Evo y son muy notorias las ojeras en los rostros del vicepresidente García Linera y de muchos ministros cuando aparecen en las pantallas de televisión. Sin embargo, cabe reconocer que tales signos faciales reveladores de fatiga y sueño atrasado pasan desapercibidos cuando esas autoridades muestran amplias sonrisas cual si estuviesen felices de someterse a desvelos cotidianos al servicio del pueblo.
En lo que a Evo respecta todo parece indicar que cuanto menos duerme y más trabaja sus energías se multiplican y su lucidez crece. Se lo ve cada día más saludable, más vital, más creativo y más seguro de que lo que hace está bien hecho.
Hoy, a las 5 de la mañana, por ejemplo, el presidente recibió en audiencia a los dirigentes del Movimiento sin Tierra (MST) quienes, en la víspera ya habían marchado bulliciosamente por el centro de la ciudad proclamando su demanda de un Ministerio que, según dicen, les fue prometido por Evo candidato durante la campaña electoral como retribución al apoyo de este sector. Se sabe que en ese encuentro le exigieron que cumpla su promesa creando para ellos un Ministerio de los Sin Tierra.
Podemos imaginar a los dirigentes del MST llegando a Palacio antes de la 5 para su audiencia en la cual, sin duda, menudearon los bostezos. Un transeúnte que vio al grupo cuando salía comentó que por su aspecto de trasnochados y somnolientos más que líderes del Movimiento Sin Tierra ellos parecían del Movimiento Con Sueño (MCS). No tenían caras de haber sido regalados con un ministerio. Este comentario me hizo recordar el refrán que dice “Más vale un pájaro en mano que cientos volando” el cual, asimilado a esta situación, equivaldría a “Más vale camita caliente que ministerios volando”.
Siguiendo en el tema de madrugadores y madrugones, en este día también tuvieron que madrugar los ministros para asistir a la primera reunión de gabinete de la Era Evo. El primer jalón duró siete horas, de 6 de mañana a una de la tarde, cuando se produjo un receso, presumiblemente para que los miembros del equipo gubernamental tengan un respiro, puedan comer algún “tente-en-pie”, beban un refresco y recarguen pilas para el segundo jalón.
Esa pausa fue aprovechada por el presidente para hacer declaraciones a la prensa en torno a la reducción de sueldos en las cúpulas del Poder Ejecutivo y de las instituciones del sector público. Esta medida rebaja el sueldo presidencial de treinta y pico mil a 15 mil redondos y, en consonancia para abajo, los sueldos de ministros, viceministros y directores en escala desde 14.500 a 13.000. De ahí para abajo las remuneraciones se mantienen sin recortes. Por tanto, a partir de marzo, en el sector público nadie podrá ganar más que el presidente de la república.
Al comentar esta reducción Evo expresó su esperanza de que el gesto sea imitado en el Poder Legislativo y otras áreas. Todo lo que se ahorre con estos recortes -dijo- irá a un fondo para multiplicar ítemes en los sectores de Salud y Educación. El propósito es bueno, sin duda alguna.
En cuanto a los ministros, viceministros, directores y ejecutivos de empresas públicas habrá que hacerles un monumento si es que en el fondo de sus corazoncitos sienten realmente felicidad de estar siendo premiados, primero con un recorte de sus horas de sueño y ahora con la drástica rebaja del 50 de sus sueldos.
Estos sí son cambios...lo demás son vainas.
Digan lo que quieran, pero tengo la leve sospecha de que Evo nos está madrugando a todos.
Mientras sea para bien del país...¡santo y bueno!...¡vale!.
MINUCIO
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