Como quien pasa algo de uno de sus bolsillos al otro, el presidente Evo Morales entregó hoy al vicepresidente de la república y presidente nato del Congreso Nacional, Alvaro García Linera, su proyecto de Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente. Con ello el Poder Ejecutivo cumplió la formalidad de pasar esa “pelota” al Poder Legislativo para que, tras el análisis y debate de rigor, junto a otros proyectos que ya están en mesa, sea convertida en ley de la república.
Así, dos semanas después de haber asumido el mando, Evo dio el primer paso iniciando un proceso que deberá avanzar en carrera contra el tiempo hasta culminar en el mes de julio próximo con la elección de representantes para la Asamblea Constituyente cuya solemne inauguración está prevista para el 6 de Agosto como suceso estelar en el Día de la Patria.
Remarcando que no hay margen para demoras y que cualquier dilación podría significar el fracaso de la Asamblea, Morales dijo que el Congreso tiene tiempo “hasta fines de febrero, máximo hasta la primera semana de marzo” (28 días a partir de hoy) para aprobar la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente”.
Este virtual emplazamiento presidencial al Poder Legislativo para convertir en ley “sí o sí” el proyecto del Ejecutivo pone a los parlamentarios de la oposición en un brete, pues pende sobre sus cabezas la amenaza masista de “movilizar al pueblo” en caso de que conciente y voluntariamente no sumen algunos de sus votos al oficialismo para llegar a los dos tercios requeridos para aprobar dicha ley.
En el Congreso hay cuatro bancadas parlamentarias significativas. Una mayoritaria del MAS que constituye el oficialismo; la segunda de PODEMOS, bloque opositor que tiene fuerte presencia en el Senado y también en la Cámara de Diputados; la tercera de Unidad Nacional (UN), no alineada pero con capacidad para inclinar la balanza a favor del oficialismo o de la oposición cuando se requiere dos tercios de votos, y la cuarta del MNR, reducida en número pero cuyos votos también pueden ser decisivos en algunos momentos.
Si se considera que en las propuestas electorales de esos cuatro partidos figuraba como oferta principal la Asamblea Constituyente, cabría esperar que tanto PODEMOS cuanto Unidad Nacional y el MNR, sean consecuentes con sus promesas y aporten sus votos parlamentarios para la aprobación de la ley de convocatoria correspondiente. Hasta ahora ninguno se ha opuesto a la medida como tal y es poco probable que lo hagan. Sin embargo, puede acontecer y es previsible que surjan discrepancias en temas específicos como ser el número de asambleístas, la forma de elección, las participaciones por género, grupos originarios, sectores sociales, grupos etáreos, etc.
El procedimiento parlamentario abre espacios para el debate amplio de los varios proyectos de convocatoria existentes, asignando atención especial al último presentado por el Poder Ejecutivo. Lo ideal sería que en ese marco democrático el oficialismo y la oposición actúen sin sectarismos y con visión de país, para aprobar por consenso una Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente con la premura que el tema amerita.
Detalles sobre la propuesta oficial y las otras que el Congreso tiene entre manos los daremos en próximos comentarios.
MINUCIO
-Comentarios al e-mail: boliviscopio@hotmail.com.