La política de avasallamiento del Poder Ejecutivo contra seis prefectos departamentales que no están alineados con el Movimiento al Socialismo (MAS) ha empujado a esas altas autoridades departamentales a unirse para hacer frente a las acciones desestabilizadoras que sistemáticamente se promueven desde la presidencia de la república con el propósito de forzar la renuncia de varios de ellos.
Cabe recordar que los actuales prefectos de los nueve departamentos de Bolivia fueron elegidos por voto popular el 18 de diciembre del año pasado, en comicios simultáneos con las elecciones generales en que triunfó Evo Morales el candidato presidencial del MAS. Algo más, aunque según la ley electoral era suficiente obtener simple mayoría de votos para ganar una prefectura , varios de los candidatos, como los de Santa Cruz, Cochabamba, La Paz, Tarija y Beni , triunfaron por mayorías absolutas, superiores al 50 por ciento, del mismo modo que Evo Morales quien alcanzó el 54 %.
Fue, ciertamente, un resultado sorprendente, pues el MAS arrasó en la elección presidencial pero la oposición arrasó igualmente en las elecciones prefecturales de seis departamentos. Aquella vez el MAS sólo obtuvo tres prefecturas, en los departamentos de Potosí, Chuquisaca y Oruro.
Esto fue interpretado como una clara y saludable señal del electorado en pro del equilibrio político entre el gobierno central y los gobiernos regionales, para desalentar cualquier tentación de repetir autoritarismos que tanto daño hicieron al país en el pasado.
En la última elección de representantes a la Asamblea Constituyente el pasado 2 de julio, cuando también tuvo lugar el Referéndum Autonómico, aconteció algo parecido. En varios departamentos, como Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, donde ganó el SI a la autonomía, el MAS que promovía el NO perdió en el referéndum pero obtuvo considerable número de constituyentes. Nuevamente hubo voto cruzado.
Antes del Referéndum del 2 de julio, los prefectos de La Paz y Cochabamba se habían pronunciado a favor del SI. El resultado favoreció al NO, al igual que en los departamentos de Potosí, Chuquisaca y Oruro.
Los grupos masistas que ahora realizan movilizaciones en La Paz y Cochabamba demandan la renuncia de los prefectos de ambos departamentos por el "pecado" de haberse pronunciado a favor del SI a las autonomías. Obviamente los afectados rechazan tal ocurrencia y afirman que su mandato proviene de la voluntad popular expresada categóricamente en las urnas.
Tras una reunión en la sede gobierno, anoche, los prefectos de Santa Cruz, Rubén Costas; La Paz, José Luis Paredes; Cochabamba, Manfred Reyes Villa; Beni, Ernesto Suárez; Tarija, Mario Cossio: y Pando, Leopoldo Fernández; decidieron crear una Asociación de Prefectos y como primera resolución pidieron al Poder Ejecutivo que retroceda en su propósito de nombrar “coordinadores departamentales” adheridos a las prefecturas, lo cual consideran como una amenaza a la democracia y a la unidad del país.
El prefecto de Tarija, actuando como vocero del grupo, dijo que los seis prefectos acordaron "invitar al presidente Evo Morales a respetar el mandato de la Constitución que en su artículo 109 señala que en cada departamento el Poder Ejecutivo está a cargo y se administra por un prefecto". "No creemos que exista necesidad de intermediación entre los prefectos y el jefe del Estado", dijo.
Lo cierto es que la confrontación entre Evo Morales y los seis prefectos no masistas está llegando a un punto crítico. El primero mantiene su actitud avasalladora. Los prefectos están decididos a no permitirlo.
Llama la atención que Evo Morales quien se jacta de la mayoría del 54 % de votos que obtuvo a las elecciones del 18 diciembre de 2005, y proclama que su legitimidad democrática emerge de esa votación, no tenga la misma visión respecto a los prefectos departamentales que fueron elegidos aquel mismo día con similares porcentajes de voto popular.
Parece que el presidente es devoto practicante de la Ley del Embudo: "Lo ancho para Evo, lo angosto para los prefectos".
MINUCIO
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