Mientras varios medios de comunicación difundían hoy la noticia de que el Gobierno y el MAS ya tienen listo el texto completo de la nueva Constitución Política del Estado, por lo cual es vital para ellos implantar el mecanismo de la mayoría absoluta (50% +1) en lugar de los dos tercios para aprobar cada artículo sin debate ni consenso, el presidente Evo Morales intensificó sus presiones verbales y advertencias a los asambleistas reunidos en Sucre.
Dijo Morales que el planteamiento de la oposición en favor de los dos tercios sólo busca el "empantanamiento" de la Asamblea. "Ni los enemigos neoliberales ni nosotros tenemos dos tercios, pero sí tenemos (el MAS) mayoría absoluta". Para dar mayor fuerza a su argumento hizo flotar el fantasma de la división de Bolivia en caso de aprobarse los dos tercios. "Si las decisiones van a ser por dos tercios no se va a lograr consenso y eso va a permitir un fraccionamiento en el país" dijo.
Luego, a modo de preparar el terreno para que quienes apoyen los dos tercios (incuidos los contituyentes masistas) puedan ser calificados de venales y corruptos lanzó una grave denuncia, sin respaldo de prueba alguna como ya es su estilo personal. "Quiero advertir, como lo sabe el embajador de Cuba, de Europa y Venezuela, que el capitalismo salvaje e inhumano, para defender los intereses de las empresas transnacionales, ha empezado a manejar plata. Las empresas transnacionales y el neoliberalismo disponen de 11 millones de dólares para romper la unidad de los bolivianos y de los constituyentes del MAS" afirmó Evo, según el matutino "La Prensa".
Luego, reiteró su convocatoria a campesinos, indígenas y originarios a que se hagan presentes en Sucre para vigilar a la Asamblea Constituyente. "Como quechuas y aymaras –dijo-hemos sido históricamente sometidos, políticamente oprimidos, culturalmente alienados, socialmente discriminados y económicamente explotados. Por eso tenemos que estar en Sucre, para ver todos los días lo que sucede e informar a nuestras organizaciones".
Por último Evo, dando a entender que tiene otra carta bajo la manga si la actual Asamblea no aprueba el proyecto de nueva Constitución masista, instó a los campesinos e indígenas a demandar "una Asamblea Constituyente originaria y no derivada de los poderes constituidos para consolidar los cambios exigidos por el pueblo boliviano."
Desde otro ángulo, monseñor Jesús Juárez, Obispo de la ciudad de El Alto, dijo que "Los constituyentes deben tener una total y plena libertad para deliberar el tiempo que sea necesario para la elaboración de la nueva Constitución Política. Debe primar, por encima de cualquier interés sectario, la libertad de acción de los constituyentes, buscando siempre el bien de todo el país. La Constituyente debe reflejar lo que es Bolivia, lo que son sus ciudadanos y entonces debe haber unidad en la pluralidad y libertad de expresión para llevar adelante este proceso, con la concertación de todos los participantes en la Asamblea Constituyente."
En torno al mismo tema, Ximena Costas, analista política, comenta: " Con presión de los movimientos sociales el riesgo para el proceso es muy grande. No es solamente que haya una Constitución con una sola visión del país, eso es parte del riesgo. el riesgo mayor es que si la nueva Constitución sólo responde a una visión, el resto de la población no la valide y, aunque se apruebe vía referéndum por la mayoría, la gente no la respete. Entonces llegaríamos al mismo lugar donde estamos ahora: una buena Constitución pero que no se cumple, porque nadie estaría de acuerdo con el proceso de imposición de las fuerzas oficialistas."
Así están las cosas en el primer día de sesiones ordinarias de la Asamblea Constituyente.
MINUCIO
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