Durante tres semanas del mes de agosto que hoy concluye, los bolivianos estuvimos esperando con mucha paciencia que la Asamblea Constituyente diese el primer paso para comenzar su trabajo: primer paso consistente en aprobar su Reglamento de Debates, incluyendo el sistema de votación que regirá para aprobar las nuevas normas constitucionales. Nos cansamos de esperar. La asamblea permanece trancada, estática, inmóvil; no se mueve para adelante ni para atrás.
Veintiun días de Asamblea Constituyente en Bolivia y todo sigue en fojas cero, como el pasado 6 de agosto en que fue inaugurada con gran solemnidad. Bueno, en verdad no todo sigue tan igual. Algo ha cambiado en cuanto a la actitud de los asambleistas. Si antes podían tratarse con frialdad, pero sin hostilidad, ahora no pueden verse ni en pintura y cuando se miran lo hacen con tal odio que sólo les falta gruñirse. No es exageración decir que si las miradas mataran ya estarían difuntos la mayoría de ellos.
Los 255 constituyentes asisten a las sesiones sólo para calentar sus butacas en el Teatro Mariscal Sucre, aburridos y hastiados de discursos en español, quechua, aymara y otras lenguas que muchos no entienden y que se repiten día tras día cual discos rayados. Los únicos momentos gratos para ellos son el receso a medio día para almorzar y el campanillazo que suspende la sesión al anochecer.
También son gratas las siestecillas-relámpago que muchos de ellos duermen con disimulo entre perorata y perorata, sabiendo ya de antemano lo que dirán los unos y lo que dirán los otros; y sabiendo, también de antemano, que el estancamiento se mantendrá invariable hoy igual que ayer, mañana igual que hoy...y así sucesivamente. !Pobres asambleistas constituyentes! Soportar es ritmo de ”trabajo” para unos debe ser una pesadilla y para otros un castigo.
Pero en la vida no todo es pena. Ni siquiera para los asambleistas constituyentes. Siempre, de alguna manera, surge algo que compensa los malos ratos y que trae alegría a los corazones. Ese buen momento llegará para los constituyentes, mañana o pasado mañana, coincidiendo con los primeros días de septiembre, el mes de la primavera: todos cobrarán su primer sueldo. En bolivianos el equivalente de aproximadamente 1.500 dólares Es el sueldo correspondiente al mes de agosto -31 días- aunque sólo sesionaron dos semanas y sólo de lunes a viernes. Así cualquiera se sacrifica ¿verdad?.
Sin embargo, todo indica que ese gusto de recibir los billetes contantes y sonantes se verá empañado por un cerco a la Asamblea Constituyente que varios “sectores sociales” azuzados por el gobierno de Evo Morales están preparando para los próximos días.
El propósito de esas turbas, cuyo traslado y permanencia en Sucre es financiado por el oficialismo, es “alentar” a los asambleístas masistas e “intimidar” a los opositores para que aprueben un Reglamento de Debates en molde gubernamental y para que se instituya “sí o sí” el sistema de votación de 50 por ciento más uno en lugar de los dos tercios para aprobar cada artículo de la nueva Constitución Polìtica del Estado.
Así van las cosas en Sucre. El ambiente está caldeado y podría haber jaleo en los próximos días.
MINUCIO
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