Friday, August 18, 2006

URKUPIÑA: EVO BAJA DEL CIELO

"Sorprendió a todos al llegar a las 9.10 en medio de un gran despliegue policial y a bordo de un helicóptero que aterrizó en las faldas mismas del cerro levantando una gran polvareda en el lugar. Una vez que pasó el polvo, Morales puso los pies en el cerro. Un altavoz anunció su presencia. se dirigió hacia la imagen de Urkupiña. Giró después hacia su cantera, aplaudido y rechiflado por la multitud, escabulléndose entre policías que lo protegían y laderas accidentadas. Alguien le gritó "ateo", y le recordó su ausencia de un día anterior a la misa central de Urkupiña. "Ojala la Virgen te haga cambiar” le gritó otro".

"No escuché nada", dijo después Morales a los periodistas. Pero añadió que se trataba de un montaje "armado por algunos prefectos, no sólo el prefecto de Cochabamba (Manfred Reyes Villa) que estarían buscando desequilibrarlo. "Yo los conozco muy bien, y si vemos es gente pagada. respondió. "Sin embargo, ustedes han visto, la mayoría de la gente me aplaude, encuentro gente cariñosa que apoya mi gobierno", añadió"

Los dos párrafos arriba transcritos son parte de una excelente crónica de la Redacción Central del matutino "Los Tiempos" de Cochabamba, relatando la repentina llegada por aire del presidente Evo Morales a Quillacollo, con motivo la tradicional fiesta anual en homenaje a la Virgen de Urkupiña que, según sus devotos, es tan milagrosa que convierte las piedras sacadas del cerro de Cota en dinero y bienes materiales. Así, los fieles se llevan piedras de esa cantera, prometiendo a la Virgen devolverlas a su lugar de origen un año después, hayan sido o no favorecidos por la fortuna.

Es increible, pero anualmente se multiplican masivamente los peregrinos que llegan hasta Urkupiña de todas las latitudes. Unos para agradecer a la Virgen por los favores recibidos y devolver piedras; otros para probar suerte llevándose rocas. La crónica periodística informa que este año el número de feligreses y turistas ascendió a 350 mil.

Fue notoria la ausencia del presidente Evo Morales y de los nueve prefectos departamentales en las solemnes misas de los días 15 y 16 a las cuales habían sido especialmente invitados por la Iglesia Católica para hacer honor a la denominación de "Fiesta de la integración nacional" que se da a las celebraciones en homenaje a la Virgen de Urkupiña.

El Cardenal Julio Terrazas, en su homilía dijo: "Pidamos perdón por nuestros pecados personales y sociales. Perdón por la falta de solidaridad, de diálogo y de trabajo en conjunto". Una exhortación lanzada a modo de "a quien le calce el guante que se lo chante", pero obviamente apuntada al presidente y a los nueve prefectos que brillaron por su ausencia en las misas, quizás porque el uno y los otros no pueden verse ni en pintura y demuestran, cada vez que pueden, su recíproca aversión cual si se tratase de perro y gatos.

Volviendo al tema, Evo bajó del cielo...en un helicóptero que al aterrizar bañó en polvo a miles de curiosos que por algunos momentos se olvidaron de la Virgen para espectar el improvisado "show" presidencial. Veamos lo que al respecto dice la buenísima crónica de "Los Tiempos":

"El presidente de la República, Evo Morales Aima, mostró ayer, finalmente, su faceta espiritual y sus sueños materiales y sociales: arrancó piedras del calvario de Urkupiña, pidió a la Virgen ambulancias, tractores y unidad por el desarrollo, y certificó todos sus pedidos con los ritos andinos: ch'alla, q'oa y bailes folclóricos. No participó de los rituales católicos."

"Embutido en su típica chompa a rayas azules y rojas, tomó un combo prestado, lo estrelló contra las rocas de su cantera en la falda norte del cerro, ch'alló, jadeó, roció las rocas con mixtura, bebió unos sorbos de chica y cerveza, sudó bajo el sol de media mañana, volvió a golpear, una y otra vez, y se llevó tres fragmentos de roca."

Posteriormente, Evo declaró a los periodistas que pidió a la Virgen de Urkupiña 700 ambulancias, mil tractores y equipo pesado para mejorar los caminos. En lo personal confesó que pidió mejoras para su "casita" en la zona Sur de Cochabamba, aclarando que para ello recurrirá a préstamos.

No sabemos si la Virgen ya le hizo el primer milagro a Evo, pero, casualmente, anoche, frente al Palacio de Gobierno, en la Plaza Murillo, en solemne acto hizo entrega de siete ambulancias flamantes para igual número de municipios provinciales de varios departamentos. Para completar el milagro faltarían 693 ambulancias.

Bueno...algo es algo, ¿verdad?

MINUCIO

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