Tuesday, September 20, 2005

MINUCIO ESTA LIBRE

Por: ARMANDO MARIACA V.

La libertad es el bien mayor que Dios ha dado al hombre; pero, esa libertad hecha periodista honesto, capaz y responsable como lo es en toda su vida don Jaime Humérez Seleme, adquiere dimensiones muy especiales y que, en línea tras línea que escribe, derrama caudales de la libertad bien entendida, y que nunca fue libertinaje; caudales de democracia que no es anarquía y, sobre todo, es amor a la Patria, como pocos entienden.

Crear la columna bajo la premisa de BOLIVISCOPIO, sólo podía ser idea de Jaime Humérez; una forma de hacer periodismo que tiene libertad y no está sujeto ni a censuras ni complejos ni controles ni reticencias o susceptibilidades; se trata de un periodismo responsable porque es libre. Minucio, pues, después de mucho tiempo, está libre. Jaime Humérez, periodista que honró a PRESENCIA y, además, fue guía e impulsor de muchísimos periodistas, decidió usar lo que más respetó: la libertad, y su mejor paso fue darle libertad a Minucio.

Cuando se habla de este personaje parecería que la referencia fuera al sentido etimológico de la palabra; pero, en realidad, leyéndolo se conviene en que cada escrito de Minucio está hecho con altura, decencia, coraje y honestidad. Cada palabra tiene su seguidilla de muchas palabras que forman, orientan, dirigen, critican sana y constructivamente. Por todo ello, lo que se lea en Minucio es una especie de cátedra de moral, conciencia y señorío.

Bienvenido a las lides del periodismo que Jaime Humérez Seleme (Minucio) nunca debió abandonar y, menos, “enrejarlo” u ocultarlo a quién, en su nombre, le dio lustre al periodismo y se hizo una columna que siempre fue esperada.

Referirse a Minucio no es recordar al famoso apologista latino del siglo III, Minucio Félix Marcos, autor del diálogo “Octavius” entre un cristiano y un pagano y que Minucio refutaba los prejuicios vulgares contra el cristianismo, al que él se había convertido. El Minucio de Jaime Humerez, si bien pondera y ensalza las virtudes pregonadas por Jesús, lo hace con miras a demostrar que los principios y valores son parte esencial de la libertad.