Saturday, November 12, 2005

HOMENAJE A LA CREACION CROMÁTICA

MARIO D. RÍOS GASTELÚ

El Círculo de la Unión acogió al ámbito intelectual en una velada de acercamiento a la obra de Gil Imaná Garrón y su esposa Inés Córdova. Fue un homenaje a dos trayectorias paralelas llevadas por la inquietud del arte y la pasión por el color. La pareja recibió sendas plaquetas, en un claro reconocimiento a cuanto hicieron a través de los años.
Gil, nacido en al ciudad de sucre e Inés en Potosí, fijaron su residencia en La Paz después de plantar los cimientos de su arte en las ciudades en que vieron la luz.

GIL IMANÁ

En el reencuentro con sus obras, se evocó aquella aurora de sus inquietudes pictóricas y su participación con el grupo Anteo, en la Ciudad Blanca. El muralismo mostró las primeras inquietudes de quien en el tiempo lograría la maestría en las artes plásticas.
Fue un soñador, como todo espíritu sensible, volcando sus inquietudes en los muros sucrenses y luego en los lienzos de pintura de caballete hasta consagrar un nombre y un destino.
Gil Imaná fijó su atención en la imagen femenina. Su visión se acercó a todas las mujeres: niñas, jóvenes, ancianas. Rostros a veces risueños; generalmente acongojados, habitados por la miseria.
En sus cuadros quedó perpetuada la pobreza enriquecida de ilusiones. Quedó en los anales de la pintura el sabor a tierra removida con el aroma de la humedad y la ensoñación de la mies que germina.
Por cierto que toda su obra no puede exhibirse en un espacio cultural, pero existe la oportunidad de hojear su pasado desde los archivos que conservan la producción. Allí están muchos de sus trabajos que marcaron época y se constituyeron en referencia de un camino recorrido lleno de éxitos.
La naturaleza muerte, el paisaje y el retrato, fueron referencia de una juventud que fue madurando hasta encontrar el cause de su inquietud por el hombre explotado, por aquel que pide justicia, por los que sienten la frustración. Su cuadros Sed, Regreso, Canto a la vida, Ternura, nos llevan a un estremecimiento motivado por la soledad y la incomprensión.
En sus obras, inaugurales, el rostro de la mujer toma el tinte de la ternura, el amor maternal y la resignación. En cambio en Lágrimas, Cárcel, La barrendera, el mensaje plástico nos lleva a un acercamiento hacia los olvidados.
En la etapa de consagración definitiva, Gil Imaná se ubica en esa generación del 52 que deja de lado el indigenismo y abre las puertas de la denuncia.
Desde el libro Pintores Bolivianos Contemporáneos recorro la vasta producción del maestro, completando, así, lo visto en el Círculo de la Unión.
Dos cuadros conmueven por la fuerza de la imagen visual: Este es el hombre, La muerte del hombre, ambos fuera de la exposición, En ellos se aprecia el paso del ser humano a la glorificación que es una suerte de eternidad.
En los últimos años, Gil inauguró muestras para manifestar los tiempos actuales. Esas nuevas imágenes cromáticas, no se apartan del mayor de los sentimientos humanos, el amor, representado en parejas amorosas, en miradas cautivantes.
Repasar sus obras es repetir su vida, sus sueños, la alegría de haber logrado lo que se propuso en la juventud.

INÉS CÓRDOVA

La artista potosina superó cincuenta años de trabajo entre esmaltes, joyas, collages, murales, tejidos y otras especialidades que marcaron su vida artística ubicándola en un sitial de indudable privilegio.
También de Inés recorrimos su mundo, su creación artística llevada por el color en tonalidades que resaltan el apasionamiento por las cosas nuestras, que son la tierra de los surcos profundos, las manos que tejen, las manos que imploran.
Córdova ha demostrado una sensibilidad que va desde aquellos años en que tímidamente abrió la primera puerta de lo que sería un acceso a la fama artística, conseguida en el tiempo con el soplo de su inquietud. Su mundo ha sido expuesto en escenarios internacionales donde el aplauso supo premiar su entrega al arte de los colores y formas.
En el otoño de su vida, su creación no ha cesado. Ejemplo de ello son obras recientes expuestas en estos días en el Círculo de la Unión.
El aplauso y el reconocimiento coronan un emprendimiento artístico que encontró eco en quienes apreciar la creación humana y exaltan los valores del arte.