Se equivocaron de cabo a rabo quienes hasta anoche dudaban de la voluntad y la firmeza del presidente Eduardo Rodríguez Veltzé para actuar sin vacilaciones en un momento de tensión exacerbada entre regiones por la redistribución de escaños parlamentarios. Con un Decreto Supremo Rodríguez marcó un “golazo” jurídico-político, en un estilo magistral equiparable al de Pelé, Maradona o Ronaldo.
En Boliviscopio de ayer nos habíamos anticipado a predecir el desenlace de este problema que, cual telenovela de suspenso, mantuvo a los bolivianos sumidos en la incertidumbre durante dos meses, llegando al extremo de forzar un aplazamiento de la fecha de elecciones generales que estaban fijadas para el 4 de diciembre.
Anoche, tras conocerse el fracaso de la “cumbre” cívico-parlamentaria de Santa Cruz, el presidente Rodríguez lanzó su esperado Decreto Supremo de solución al problema de los escaños y señalamiento de una nueva fecha para las elecciones generales: el domingo 18 de diciembre. Previamente, en mensaje a la nación explicó en detalle y didácticamente los motivos que impulsaron al Poder Ejecutivo a tomar esa decisión:
Acostumbrados como estamos a decretos supremos y leyes de textos cortos, donde se va al grano sin muchas explicaciones, el Decreto Supremo de Rodríguez hace verdaderamente honor a su denominación de “supremo” porque es una pieza jurídica de antología. A lo largo de sus muchos considerandos y también en la parte resolutiva se nota la mano maestra del ex presidente de la Corte Suprema de Justicia. Más que un decreto el documento parece una sentencia del máximo tribunal de la Nación. Cada párrafo está respaldado por justificaciones jurídicas, por alusiones a jurisprudencia o por normas inscritas en convenios internacionales. No hay ni una puntada sin hilo.
Sin temor a exagerar podría decirse que el decreto de redistribución de escaños parlamentarios es el fallo mejor elaborado por Eduardo Rodríguez Veltzé en su larga carrera judicial que comenzó de juez y culminó como presidente de la Corte Suprema de Justicia de donde lo “ arrancaron” –si vale el término- para entronizarlo en la Presidencia de la República por sucesión constitucional.
En estos momentos todos los asesores jurídicos de los comités cívicos regionales, especialmente el de Santa Cruz deben estar leyendo y releyendo del derecho y del revés el “decretazo” (ya se lo bautizó con este nombre) para encontrar algún punto débil que justifique una impugnación jurídica ante el Tribunal Constitucional. Creemos que perderán el tiempo porquecasi todas las objeciones imaginables están expuestas y justificadas jurídicamente dentro del decreto de Rodríguez.
Lo que correspondería, ahora, es que el Poder Legislativo, que se aplazó estrepitosamente frente al tema de los escaños, trate de reivindicarse ante el pueblo boliviano elevando rápidamente a categoría de Ley de la República el Decreto Supremo emitido por el Poder Ejecutivo que, además de solucionar el conflicto de los escaños, garantiza las elecciones generales y de prefectos para el próximo 18 de diciembre.
Con el “golazo” apuntado anoche por el presidente Rodríguez es seguro que nuestro país ganará en dos semanas el partido cuyo premio es la Copa “Preservación de la Democracia Boliviana”.
¡Bien por Eduardo Rodríguez!
MINUCIO
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