Los candidatos presidenciales casi siempre se caracterizan por ofrecer soluciones milagrosas a todos los problemas del pueblo que pretenden gobernar. Además, durante sus campañas proselitistas prometen a los electores felicidad, riqueza, salud, educación, trabajo, paraíso terrenal en vida y, después, el cielo. Lo hacen a sabiendas de que los votantes, ya curados de espantos por haber sido víctimas de pasados y repetidos incumplimientos de promesas, no creen ni pizca de tantos discursos plagados de ilusiones y de mentiras.
Sin embargo, toda regla tiene su excepción. Lo comprobamos ayer cuando el dirigente campesino Felipe Quispe Huanca, alias “Mallku”, candidato a la presidencia de la república por su partido el Movimiento Indio Pachakuti (MIP) lanzó predicciones terroríficas sobre el futuro próximo de Bolivia, a partir de las elecciones generales del 18 de diciembre y luego de instalación del nuevo gobierno en enero de 2006.
Cual adivino con bola de cristal, Felipe Quispe augura convulsiones sociales, violencia generalizada y desestabilización mayúscula que, según, él se desencadenarán sea cual fuere el resultado de las elecciones y sea quien sea el futuro presidente de la república.
Las encuestas de intención de voto, hasta este momento, muestran en primer lugar a Evo Morales del Movimiento al Socialismo (MAS) seguido de muy cerca por Jorge “Tuto” Quiroga de Poder Democrático Social (PODEMOS). Como tercero, casi diez puntos por debajo, está Samuel Doria Medina de Unidad Nacional (UN). Los demás candidatos, entre los que figura Felipe Quispe, no tienen ningún chance.
El “Malku” dice que si “Tuto” Quiroga llega a ser presidente no podrá gobernar ni seis meses porque las convulsiones sociales, los bloqueos de caminos y las protestas en las ciudades, agravadas por la represión que aplicará Quiroga, motivarán su derrocamiento del mismo modo que cayeron el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003 y su sucesor Carlos D. Mesa Gisbert en Junio de 2005.
Podría pensarse que en sus pronósticos Felipe Quispe sataniza a Quiroga para favorecer de alguna manera a Evo Morales; pero no, pues dice que si el líder cocalero y jefe del MAS asumiera la presidencia, duraría menos tiempo que “Tuto” Quiroga, tres meses a lo sumo, porque sería acosado no sólo por la derecha sino también por los movimientos sociales ansiosos de cambios radicales inmediatos.
Un gobierno de Evo Morales, a decir del “Mallku”, además de breve, daría lugar a lucha armada interna con gran derramamiento de sangre, con riesgo de posibles intervenciones externas bajo el pretexto de que la crisis en Bolivia pone en riesgo la estabilidad democrática en el Cono Sur.
Esto último coincide con informes confidenciales que han circulado por internet revelando planes de intervención militar extranjera en Bolivia, propiciada por Estados Unidos y financiada por las poderosas empresas transnacionales petroleras, si los resultados de las elecciones generales dieran el triunfo a Evo Morales y a la izquierda radical.
Los pronósticos del “Mallku” no merecerían ninguna atención si en su condición de candidato presidencial buscase devaluar a sus rivales para traer agua a su propio molino y mostrarse como la solución. Pero, acontece que al disparar sus terroríficas predicciones se automargina como actor del proceso electoral y habla como si fuese un profeta visionario que mira a Bolivia desde arriba, sentado sobre una nube.
Dejamos a nuestros lectores formar su juicio sobre esas predicciones.
MINUCIO
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