Saturday, August 13, 2005

CANDIDATOS, VIAJES Y GUERRA SUCIA

La semana que concluye ha sido pródiga en viajes de candidatos presidenciales al exterior: Evo Morales y Felipe Quispe, se fueron a Venezuela. Antes y repetidas veces -por negocios o lo que fuere- estuvieron en Estados Unidos Samuel Doria y Tuto Quiroga. También, frecuentemente, dirigentes movimientistas van como en romería a Washington.

En tiempos normales esos viajes pasan casi desapercibidos. En período pre-electoral, por el contrario, cada salida de candidatos presidenciales al exterior causa más revuelo que zorro en gallinero y pone en movimiento el molinillo de la "guerra sucia" con gran deleite de los medios, especialmente televisivos, que ofrecen generosamente sus pantallas para difundir "shows" de lucha verbal en la cual todo vale, especialmente los golpes bajos.

Tuto Quiroga, por ejemplo, denuncia que Evo Morales viajó a Venezuela para recibir apoyo del presidente Hugo Chávez y acusa a éste de "meter mano" en Bolivia. De otro lado, un vocero de Unidad Nacional dice que Evo fue a recibir dinero para su campaña electoral y afirma que el jefe del MAS debe probar que no es así.

Esto último, que el acusador sin pruebas exija al acusado probar su inocencia, pasa de castaño a oscuro. Los más elementales manuales de Derecho señalan que la carga de la prueba corresponde a quien denuncia y la Constitución (Art.16) consagra la presunción de inocencia mientras no se pruebe la culpabilidad.

No es admisible que algunos políticos en campaña electoral echen lodo sobre sus adversarios sin sentirse obligados a probar sus denuncias o acusaciones, que algunas veces lindan en la calumnia y la difamación. Eso es obrar con impunidad.

La Corte Nacional Electoral tendría que tomar medidas para frenar esa guerra sucia, cuyo efecto es pernicioso, pues, al descalificarse y devaluarse unos a otros,con zaña, los candidatos únicamente consiguen que sus imágenes se proyecten distorsionadas y manchadas ante la ciudadanía.

Los electores, atónitos, ven cómo, por efecto de esas campañas malignas, los aspirantes a gobernar el país son pintados nó como los mejores bolivianos, honestos, capaces idóneos y dignos; sino como los peores políticos, corruptos, incapaces, mentirosos y oportunistas.

De ahí que a la hora de votar, muchos, muchísimos ciudadanos y ciudadanas opten por la abstención o el voto nulo o en blanco, pues, las campañas sucias de los partidos sólo les dejan el chance de escoger entre lo malo y lo peor.

¿Quién podrá ponerle el cascabel al gato?

MINUCIO


10 BOLIVISCOPIO

CANDIDATOS, VIAJES Y GUERRA SUCIA

La semana que concluye ha sido pródiga en viajes de candidatos presidenciales al exterior: Evo Morales y Felipe Quispe, se fueron a Venezuela. Antes y repetidas veces -por negocios o lo que fuere- estuvieron en Estados Unidos Samuel Doria y Tuto Quiroga. También, frecuentemente, dirigentes movimientistas van como en romería a Washington.

En tiempos normales esos viajes pasan casi desapercibidos. En período pre-electoral, por el contrario, cada salida de candidatos presidenciales al exterior causa más revuelo que zorro en gallinero y pone en movimiento el molinillo de la "guerra sucia" con gran deleite de los medios, especialmente televisivos, que ofrecen generosamente sus pantallas para difundir "shows" de lucha verbal en la cual todo vale, especialmente los golpes bajos.

Tuto Quiroga, por ejemplo, denuncia que Evo Morales viajó a Venezuela para recibir apoyo del presidente Hugo Chávez y acusa a éste de "meter mano" en Bolivia. De otro lado, un vocero de Unidad Nacional dice que Evo fue a recibir dinero para su campaña electoral y afirma que el jefe del MAS debe probar que no es así.

Esto último, que el acusador sin pruebas exija al acusado probar su inocencia, pasa de castaño a oscuro. Los más elementales manuales de Derecho señalan que la carga de la prueba corresponde a quien denuncia y la Constitución (Art.16) consagra la presunción de inocencia mientras no se pruebe la culpabilidad.

No es admisible que algunos políticos en campaña electoral echen lodo sobre sus adversarios sin sentirse obligados a probar sus denuncias o acusaciones, que algunas veces lindan en la calumnia y la difamación. Eso es obrar con impunidad.

La Corte Nacional Electoral tendría que tomar medidas para frenar esa guerra sucia, cuyo efecto es pernicioso, pues, al descalificarse y devaluarse con zaña unos a otros los candidatos únicamente consiguen que sus imágenes se proyecten distorsionadas y manchadas ante la ciudadanía.

Los electores, atónitos, ven cómo, por efecto de esas campañas malignas, los aspirantes a gobernar el país son pintados nó como los mejores bolivianos, honestos, capaces idóneos y dignos; sino como los peores políticos, corruptos, incapaces, mentirosos y oportunistas.

De ahí que a la hora de votar, muchos, muchísimos ciudadanos y ciudadanas opten por la abstención o el voto nulo o en blanco, pues, las campañas sucias de los partidos sólo les dejan el chance de escoger entre lo malo y lo peor.

¿Quién podrá ponerle el cascabel al gato?

MINUCIO


10 BOLIVISCOPIO

CANDIDATOS, VIAJES Y GUERRA SUCIA

La semana que concluye ha sido pródiga en viajes de candidatos presidenciales al exterior: Evo Morales y Felipe Quispe, se fueron a Venezuela. Antes y repetidas veces -por negocios o lo que fuere- estuvieron en Estados Unidos Samuel Doria y Tuto Quiroga. También, frecuentemente, dirigentes movimientistas van como en romería a Washington.

En tiempos normales esos viajes pasan casi desapercibidos. En período pre-electoral, por el contrario, cada salida de candidatos presidenciales al exterior causa más revuelo que zorro en gallinero y pone en movimiento el molinillo de la "guerra sucia" con gran deleite de los medios, especialmente televisivos, que ofrecen generosamente sus pantallas para difundir "shows" de lucha verbal en la cual todo vale, especialmente los golpes bajos.

Tuto Quiroga, por ejemplo, denuncia que Evo Morales viajó a Venezuela para recibir apoyo del presidente Hugo Chávez y acusa a éste de "meter mano" en Bolivia. De otro lado, un vocero de Unidad Nacional dice que Evo fue a recibir dinero para su campaña electoral y afirma que el jefe del MAS debe probar que no es así.

Esto último, que el acusador sin pruebas exija al acusado probar su inocencia, pasa de castaño a oscuro. Los más elementales manuales de Derecho señalan que la carga de la prueba corresponde a quien denuncia y la Constitución (Art.16) consagra la presunción de inocencia mientras no se pruebe la culpabilidad.

No es admisible que algunos políticos en campaña electoral echen lodo sobre sus adversarios sin sentirse obligados a probar sus denuncias o acusaciones, que algunas veces lindan en la calumnia y la difamación. Eso es obrar con impunidad.

La Corte Nacional Electoral tendría que tomar medidas para frenar esa guerra sucia, cuyo efecto es pernicioso, pues, al descalificarse y devaluarse con zaña unos a otros los candidatos únicamente consiguen que sus imágenes se proyecten distorsionadas y manchadas ante la ciudadanía.

Los electores, atónitos, ven cómo, por efecto de esas campañas malignas, los aspirantes a gobernar el país son pintados nó como los mejores bolivianos, honestos, capaces idóneos y dignos; sino como los peores políticos, corruptos, incapaces, mentirosos y oportunistas.

De ahí que a la hora de votar, muchos, muchísimos ciudadanos y ciudadanas opten por la abstención o el voto nulo o en blanco, pues, las campañas sucias de los partidos sólo les dejan el chance de escoger entre lo malo y lo peor.

¿Quién podrá ponerle el cascabel al gato?

MINUCIO