La convención del MNR en Santa Cruz, para elegir candidato presidencial, tuvo dos rounds. Nuestro comentario de ayer lo escribimos tras el primero cuando aún no había vencedor ni vencido. Ahora se sabe que en el segundo round Michiaki Nagatani dejó tendido en la lona a Juan Carlos Durán y ganó el trofeo "Candidato presidencial del MNR" que estaba en disputa.
Unos dicen que el MNR lleva de candidato presidencial a Nagatani. Otros creen que, en realidad, Nagatani tendrá que cargar al MNR en sus espaldas durante la campaña electoral.
En sus primeras declaraciones como candidato Nagatani hizo hincapié en su nacionalidad: dijo que era tan boliviano como el chuño y la yuca, por lo cual sentía orgullo.
Afirmó, además, que desde joven es movimientista, porque la colonia japonesa de Okinawa en Santa Cruz fue creada durante la primera gestión presidencial de Víctor Paz Estenssoro, hace medio siglo, acogiendo a colonos japoneses que emigraron tras la pavorosa destrucción de Okinawa y Nagasaki por bombas atómicas.
Entonces Michiaki Nagatani aún no había nacido, pero sus antecesores estuvieron entre aquellos japoneses que pusieron los cimientos de la colonia Okinawa en medio de la selva cruceña, luchando a brazo partido para ganarle espacios al monte. Así, trabajando tesoneramente durante décadas, forjaron lo que hoy es la próspera zona agrícola-ganadera de Okinawa.
¿Cómo Michiaki Nagatani no ha de sentirse tan boliviano con el chuño y la yuca, después de haber nacido, crecido, trabajado y estudiado en la colonia Okinawa de Santa Cruz?
Es probable que Michiaki haya sido un hombre feliz...hasta ahora. Eso cambiará, seguro. Porque sumergirse en política hasta el cuello, como candidato presidencial del MNR, habrá de acarrearle más sinsabores que satisfacciones, además de quitarle el sueño y obligarle a “tragar sapos” cual pan nuestro de cada día.
No olvidemos que su designación y proclamación fueron el epílogo de una convención acalorada donde los participantes enfrentados hicieron primero derroche de acusaciones mutuas e insultos a grito pelado, para luego pasar a los empellones, patadas y puñetes. La descomunal gresca fue filmada y transmitida por TV. Un "todos contra todos" impresionante, sin distinciones ni consideraciones para damas ni caballeros.
Apenas ungido de candidato, los medios noticiosos ya le asignaron motes a Michiaki Nagatani. Unos le dicen "el chino", otros "el samurai camba", también "Chuñohito Michiaki" y "Nagatani yucatiko"... en fin, tiene que irse acostumbrando a que le digan eso y mucho más. Lo peor que le han dicho hasta ahora es "gonista" ante lo cual él responde que se considera "movimientista" y nada más, que su partido está por encima de cualquier dirigente.
Lo bueno es que Michiaki Nagatani, ante las cámaras de TV y las preguntas capciosas de algunos periodistas,, no se inmuta, ni se le mueve un pelo. No se enoja. Mira a sus entrevistadores con una enigmática sonrisa de Mona Lisa, piensa antes de responder, no dice lo que no quiere y es muy parco en sus respuestas, por tanto corre menos riesgo de "meter la pata".
La incorporación de Nagataki en la carrera electoral acentúa el carácter diverso y multiracial de las candidaturas, lo cual, sin duda, dará más color y sabor a esa competencia.
MINUCIO
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