Thursday, August 11, 2005

SOBRE MINAS Y DESMINADO FRONTERIZO

Recientemente hizo noticia la decisión chilena de retirar las minas explosivas que había sembrado su ejército a lo largo de la frontera con Bolivia.

Esos artefactos de alto poder destructivo fueron utilizados en las pasadas guerras mundiales y en otras menores para contener el avance del enemigo, vale decir con propósitos exclusivamente defensivos.

Una lectora de Boliviscopio, desde Cochabamba, nos envió un mensaje expresando su preocupación por ese retiro de minas. Pregunta si, de pronto, a los militares chilenos se les ablandó el corazón y les remordió la conciencia por las mutilaciones y muertes que se produjeron desde hace años cuando pobladores bolivianos o sus animales domésticos, cruzaban por error la línea fronteriza.

Pregunta también si ese desminado sorpresivo,tras décadas de negativas rotundas a hacerlo, no será más bien un despeje de camino, estratégicamente concebido por Chile, para una futura incursión sobre Bolivia, la cual se haría por la línea recta, sin que los invasores se vean forzados a "zigzaguear" eludiendo las minas sembradas por ellos mismos.

La vocación expansionista de Chile y su permanente armamentismo justifican estos temores. También dan lugar a preguntar ¿por qué Chile se arma hasta los dientes? ¿para luchar contra quién? ¿por quién teme ser agredido? ¿cuál de sus vecinos lo amenaza?

Bolivia nó, con certeza, porque ha sido y es país pacifista, ajeno por completo a la carrera armamentista en la cual están inmersos algunos de sus vecinos. Además, por añadidura, Bolivia vive sufriendo una permanente y centenaria agresión, pues, no merece otro calificativo la asfixiante mediterraneidad impuesta por Chile.

Sin embargo, para tranquilidad de nuestra lectora, diremos que en este tiempo las invasiones a traición y las guerras de conquista no son tan fáciles de realizar como hace más de un siglo, cuando ese tipo de acciones daban lugar a usurpaciones territoriales como aquella que privó de su litoral marítimo a Bolivia.

El enclaustramiento boliviano es una situación injusta que nubla la aspiración colectiva de paz y armonía entre los pueblos americanos. Acumular armas no es el camino para llegar a soluciones pacíficas.

Por tanto, sólo podrá hablarse de verdadera paz cuando la justicia se imponga en las relaciones internacionales y cuando todas las situaciones injustas, como el enclaustramiento marítimo de Bolivia, sean solucionadas en un marco de solidaridad americanista.

MINUCIO
(Sus comentarios son bienvenidos al e-mail chimijhs@hotmail.com)