Friday, August 05, 2005

ESCAÑOS PARLAMENTARIOS: ¿REGALITA...QUITA-QUITA?


Antaño, en la vida escolar solía ocurrir que un niño poseedor de muchos dulces, bolitas de cristal (cachinas) o figuritas coleccionables, en un impulso de generosidad, regalaba a sus amiguitos algunas de esas cosillas; pero, poco después, al ver disminuido su "tesoro", el regalador caía presa de arrepentimiento y reclamaba a los beneficiados la devolución de los obsequios.

Eso, casi siempre, daba lugar a furibundos pleitos infantiles. De los jaloneos se pasaba a las trompadas y revolcones, hasta que la maestra restablecía la paz disponiendo que bolitas, figuritas y golosinas (si aún no habían sido consumidas) sean devueltas a su primer poseedor.

Mientras eso acontecía, los otros niños que en ruedo espectaban el suceso, apuntando con sus dedos al donador causante del lío, gritaban a coro y a voz en cuello: "regalita...quita, quita..." "regalita...quita, quita..", frase que desde ese momento pesaba como ignominioso baldón sobre éste, al menos hasta el fin del año escolar.

Ahora, cuando se ha puesto sobre el tapete una redistribución de escaños parlamentarios conforme a los resultados del último censo, es previsible que en nuestro país se arme próximamente un revoltijo parecido, sólo que mil veces más grave porque en lugar de niños tendríamos a departamentos en tenaz quitoneo; el papel de maestra lo haría ell Tribunal Constitucional.

Si actuase con apego estricto a la Constitución, como le corresponde, ese alto tribunal tendría que dar luz verde a la reducción de escaños en algunos departamentos para aumentarlos en otros. Las normas son claras.

Sin embargo, no es necesario ser mago para prever que las consecuencias de la reducción serían catastróficas. Los departamentos afectados se convulsionarían, desencadenando presiones mayúsculas. De ninguna manera aceptarían que se les disminuya escaños. Podrían llegar al extremo de abstenerse en las elecciones generales lo cual pondría en riesgo todo ese proceso.

¿Cual sería la solución para evitar esto? Nos aventuramos a dar algunas ideas, concientes de que proponer no es ofender. Aquí van:

1.- El Tribunal Constitucional no tendría que pronunciarse con gran celeridad, tomándose su tiempo para estudiar el caso.

2.- Simultáneamente un Congreso Extraordinario sería convocado para introducir modificaciones en el artículo 60 de la Constitución, determinando que el número básico de 130 miembros de la Cámara de Diputado será incrementado después de cada censo nacional con aumento de los escaños que correspondan a algunos departamentos cuyas poblaciones crecieron.

3.- De ese modo, los departamentos cuyo número de habitantes creció se beneficiarían con escaños adicionales, pero sin restar ningún escaño a otros departamentos. Todos quedarían contentos. Además, en adelante, desaparecería el temor de mutilación de escaños parlamentarios a los departamentos deprimidos después de cada censo nacional.

4.- Considerando que aumentar parlamentarios tiene un costo y que el presupuesto nacional no soporta nuevas cargas, ese mismo congreso tendría que suprimir las dietas que se pagan actualmente a los parlamentarios suplentes, retornando a la modalidad anterior en la cual los suplentes sólo percibían dietas cuando reemplazaban a los titulares, como debe ser.

El Tribunal Constitucional quedaría aliviado de la "papa caliente" que tiene entre manos.

Los "regalitas... quita-quitas" siempre son odiosos y generadores de conflictos, así sea entre niños de escuela o entre departamentos. Mejor evitarlos...si se puede.

MINUCIO




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