Tuesday, August 09, 2005

LA SOLIDARIDAD NO FUNCIONA POR DECRETO

Según el diccionario Larousse, SOLIDARIDAD "es un sentimiento que impele a los hombres a prestarse una ayuda mútua", y SENTIMIENTO es la "conciencia íntima que se tiene de una cosa."

De estas simples definiciones se infiere que la solidaridad es algo inherente a la persona humana, emergente de un sentimiento íntimo que impulsa a unir fuerzas y capacidades individuales para lograr objetivos de beneficio común.

Condición esencial para que se manifieste la solidaridad es la voluntad de las personas. Sólo pueden ser solidarios quienes concientemente quieren serlo. Jamás serán solidarios aquellos que no comparten tal sentimiento.

Por tanto, resulta absolutamente irracional cualquier intento de aplicar la solidaridad por decreto supremo, como lo hizo el anterior gobierno al imponer por esa vía una TARIFA SOLIDARIA en el consumo de energía eléctrica. Obviamente, las protestas y rechazos no se dejaron esperar, tomando cuerpo en algunas regiones, como Santa Cruz donde las juntas vecinales habían amenazado con un paro cívico.

Afortunadamente, la sangre no llegó al río y las protestas se aplacaron sin degenerar en presiones, gracias a una oportuna acción del gobierno que decidió congelar la aplicación de la mal llamada "tarifa solidaria" en el servicio eléctrico. Para analizar el tema tarifario en este campo se realizarán consultas con los sectores interesados. Otra buena decisión de las autoridades.

Nos preguntamos qué tendrían en mente quienes inspiraron la implantación de la tarifa solidaria: ¿ganar indulgencias con ave María ajena? ¿inventar un nuevo sistema solidario impuesto a garrotazo desde arriba? ¿convertirse en campeones de la solidaridad a costa del bolsillo ajeno?. Quién sabe.

Queda claro que la solidaridad, así como la bondad, la caridad, la generosidad y otras virtudes, no pueden ser impuestas por leyes ni por decretos.

MINUCIO

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