Debido a la interminable crisis económica que agobia al país y a la creciente desocupación que no puede resolverse de ninguna manera, desde hace una década, más o menos, adquirió proporciones alarmantes la emigración de bolivianos a diversos países de América y Europa
La motivación siempre es la misma; esperanza de conseguir trabajo y, luego, desde fuera poder enviar recursos económicos a sus familias. Si las cosas van bien, al cabo de un tiempo algunos pueden costear el viaje de sus parientes para echar definitivamente raíces fuera de Bolivia. Otros, los más, no tienen esa suerte; sufren explotación laboral debido a su condición de ilegales , viven a salto de mata eludiendo los controles migratorios y muchas veces, tras ser expulsados, regresan al país
Según algunos cálculos, actualmente se aproxima a dos millones el número de bolivianos que viven en el exterior, unos en condición de legales y la mayoría como indocumentados. Todos ellos, sin embargo, mantienen su nexo con el país, siendo considerable el monto de las remesas que hacen mensualmente para apoyar económicamente a sus familias. Vale decir que no sólo están fuera, sino que desde donde sea que se encuentren inyectan divisas a la economía nacional.
Pero no es sólo eso. Talvez por hallarse lejos de la Patria, viven pendientes del acontecer nacional, siguiendo ávidamente las noticias que sobre Bolivia se difunden mediante la televisión internacional o las páginas web de diversos medios de comunicación.
Con estos antecedentes, nadie podría negar a esos bolivianos su derecho de ejercer a plenitud la ciudadanía, cuyo mayor privilegio es el de participar con el voto en las elecciones para conformar los poderes públicos, sin que importe si se encuentran en el país o fuera de él.
Cada vez es mayor el número de países que habilitan ánforas en sus embajadas y consulados para que sus súbditos radicados en el exterior puedan votar en elecciones generales. Bolivia está entre los pocos que aún niegan el ejercicio de ese derecho a los connacionales ausentes.
Ante los clamores recientes para que los bolivianos en el exterior puedan votar, la Corte Nacional Electoral no puso objeción alguna al derecho que ellos tienen de hacerlo, pero aclaró que tal cosa no será posible de inmediato, en las elecciones generales de diciembre, porque se requiere normar legalmente el procedimiento para ello y, sobre todo, habilitar los mecanismos para ese sufragio se haga efectivo en las embajadas y consulados de Bolivia en el exterior.
Que no podrán votar en diciembre está claro. Pero, como mucho se está hablando de un aplazamiento de las elecciones hasta mayo o junio del 2006, quizás entonces pueda realizarse el sueño de los ciudadanos bolivianos que radican en el exterior: votar. Sería lo justo.
MINUCIO
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