El candidato presidencial René Joaquino, del Frente Municipalista, sorprendió a justos y pecadores que visitaban Urkupiña cuando denunció públicamente que habrá fraude electoral en las elecciones generales de diciembre próximo.
No lo dijo en broma, ni bajo efecto de algún vino de sacristía u otra bebida espirituosa de esas que inundan Quillacollo durante la festividad en honor la milagrosa Virgen de Urkupiña. Con gesto de enojo en el rostro, lanzó esa denuncia mientras caminaba flanqueado por algunos alcaldes que apoyan su postulación. Así lo mostró la televisión.
Se le conocen muchas cualidades al ex-alcalde de Potosí cuya buena gestión comunal en la Villa Imperial le valió aureola de prestigio como hombre público. Sin embargo, hasta ese momento, nadie había pensado que Joaquino tuviera dotes de adivino.
Adivinar, según el diccionario, es "predecir lo futuro o descubrir las cosas ocultas por medio de agüeros o sortilegios". Quienes practican la adivinación generalmente lo hacen con uso de turbante y bola de cristal para dar solemnidad a su tarea, por la cual cobran honorarios discrecionalmente. Sus predicciones no requieren ser probadas, porque cuando se cumplen algún crédulo queda satisfecho...y si no llegan a cumplirse.... no pasa nada.
No acontece lo mismo cuando un candidato presidencial, fungiendo de adivino, predice fraude electoral en marcha. Esa es una denuncia grave que pone en tela de juicio la rectitud de la Corte Nacional Electoral, de las cortes departamentales, de sus autoridades, y que obliga al denunciante-vidente a presentar pruebas que respalden tan grave acusación.
En el pasado se dieron casos de candidatos presidenciales que lanzaron denuncias de fraude, pero ello se hizo durante los escrutinios o tras conocerse los resultados finales, nunca cuatro meses antes de los comicios, cuando el proceso electoral está en sus inicios.. ¿No será que el candidato y los alcaldes del Frente Municipalista tuvieron una pesadilla colectiva de fracaso en las urnas y quieren curarse en salud?
Sería lamentable que una vez más reine la impunidad, como viene aconteciendo desde hace años cuando parlamentarios, políticos o sindicalistas, lanzan denuncias y acusaciones a diestra y siniestra, enlodando a personas e instituciones sin que nada ni nadie les obligue a probar mentiras, calumnias y difamaciones vertidas.
La Corte Nacional Electoral tendría que decir y hacer algo al respecto.
MINUCIO
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