La espera desespera. Esto lo sabemos quienes alguna vez hemos estado pendientes de algo incógnito que acontecerá en un futuro cercano o lejano. En tal situación, la incertidumbre quita el sueño, los minutos parecen horas y los días semanas. Nos sentimos impotentes de no poder acelerar el transcurso del tiempo y nos agobia la duda en torno al desenlace cuando se cumpla el plazo.
Alvaro García Linera, invitado a la candidatura vicepresidencial por el MIP del Mallku y también por el MAS de Evo Morales, abrió un compás de espera de siete días para hacer conocer su decisión. No dijo ni sí ni no a ninguno, pero propuso a éstos y otros sectores sociales de izquierda, como el frente que postula a René Joaquino para presidente, que se unan para triunfar con seguridad en las elecciones generales de diciembre.
García Linera, ayer ideólogo del alzamiento armado y socio de Felipe Quispe (Mallku) en una aventura guerrillera tras cuyo fracaso ambos estuvieron en prisión algunos años, hoy destacado sociólogo, analista político y catedrático universitario, se ha convertido de pronto en la "niña bonita" de este momento pre-electoral, cuando sobran candidatos presidenciales y escasean los vicepresidenciales.
Hasta el próximo sábado 13 de agosto, cuando García Linera dirá su última palabra respecto a la candidatura vicepresidencial, se prolongará la espera...una espera desesperante para los involucrados...y también para los políticos de centro y derecha quienes observan con preocupación la posibilidad de una eventual coalición izquierdista gigantesca que los obligaría a poner barbas en remojo.
Si los evos, mallkus, joaquinos y otros dirigentes de sectores sociales llegaran a unirse como propone García Linera, el cuadro pre-electoral se volcaría como una tortilla. Los dorias, tutos, manfredos y vacadieces, tendrían que buscar también formas de aliarse para revertir la dispersión de votos en la derecha y evitar el riesgo de una clamorosa derrota en diciembre.
García Linera vé claro. No se equivoca cuando dice que, después de 180 años de vida republicana, por primera vez, la izquierda tiene posibilidad real de llegar al poder triunfando en elecciones generales para ser gobierno en democracia. Lamentablemente nada garantiza que los líderes del MAS, del MIP y de los movimientos sociales, se quiten la venda de los ojos. Es más probable que sigan entornillados en sus mezquinas posiciones de reyes chiquitos. Lo contrario sería un milagro descomunal en tiempos que ya no son de milagros.
En caso de que hasta el sábado 13 no sea bien acogida la propuesta unificadora de García Linera, es previsible que éste decline ser candidato vicepresidencial y prefiera seguir en su quehacer intelectual, como analista certero, sociólogo visionario, catedrático y escritor.
¿Qué saldrá al cumplirse el plazo?, ¿chicha o limonada, ¿pato o gallareta?.
Paciencia...ya lo sabremos. Esperemos sin desesperar.
MINUCIO
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