(CUENTA REGRESIVA ELECTORAL: DÍA 5)
Las elecciones generales previstas para el 18 de diciembre fueron convocadas meses atrás bajo el signo de la incertidumbre, condición negativa que imperó a lo largo del proceso electoral y que aún ahora se mantiene latente cuando faltan sólo cinco días para que los ciudadanos acudan a las urnas.
Conviene recordar que los bolivianos, en todo este tiempo, fuimos transitando de una incertidumbre a otra; primero, por el pleito de la redistribución de escaños que obligó a modificar la fecha de los comicios; luego, por sucesivas demandas de inconstitucionalidad contra la convocatoria a elecciones que fueron rechazadas por el Tribunal Constitucional; después, por presiones y bloqueos en Potosí para que se restituya una diputación uninominal; y ahora, cuando las angustias parecían haber quedado atrás dejando expedito el camino hacia las urnas, surgen como hongos diversos conflictos de orden social que amenazan perturbar la normalidad de las elecciones.
¿Cuáles son esos conflictos?
NORMALISTAS.- El más grave fue desatado hace tres semanas por estudiantes de los institutos normales de todo el país que exigen al Poder Ejecutivo “institucionalizar” esos centros de formación docente. Una exigencia que aparentemente no tiene pies ni cabeza, pues de ser atendida otorgaría a los alumnos la facultad de tomar exámenes y nombrar a sus profesores. Lo grave en este caso es la perturbación del libre tránsito en varias ciudades y bloqueos de caminos en puntos claves de la red caminera troncal, obligando a paralizar el transporte interdepartamental de pasajeros y carga. Una acción policial para despejar esos bloqueos derivó ayer en duros enfrentamientos con saldo de contusos y heridos en ambos lados: 8 normalistas y 18 policías de los cuales uno está muy mal. Los normalistas han declarado “cuarto intermedio” en sus bloqueos salvajes que podrían reanudarse en cualquier momento.
CONTRABANDISTAS.- Otro conflicto en ciernes es de los propietarios de autos ingresados al país por contrabando. Sus propietarios exigen al Poder Ejecutivo promulgar una ley aprobada por el Congreso, para “nacionalizar” todo ese parque automotor.
La Confederación de Empresarios advirtió que eso sería legalizar el contrabando. Los propietarios de autos “bárbaros” o “chutos”, por su parte, amenazan con desatar bloqueos en todo el país si dicha ley es frenada.
CHÓFERES.- Desde otro ángulo, la Confederación de Chóferes de Bolivia, ante la inminencia de que sean legalizados los autos de contrabando, declaró un paro de 48 horas para este miércoles y jueves, medida que será suspendida sólo si el Poder Ejecutivo pide por escrito al Congreso que la ley de autos “chutos” sea archivada. De no ser favorablemente atendida su demanda la Confederación de Chóferes amenaza con un paro nacional indefinido que coincidiría precisamente con el momento de las elecciones generales.
PILOTOS DEL LAB.- Como si todo lo anterior fuera poco, los pilotos del Lloyd Aéreo Boliviano, amenazan con ingresar en huelga indefinida si la empresa no les paga de inmediato sueldos atrasados. El Sindicato de Trabajadores del LAB a tiempo de condenar la actitud de los pilotos, dice que si esa huelga se realiza sería un golpe de muerte a la línea aérea bandera, por lo cual sería preferible cerrarla definitivamente.
Llama la atención que todos estos conflictos se desencadenen precisamente en vísperas de las elecciones, cuando bien podían haber surgido meses o semanas antes cuando era posible abrir diálogos para búsqueda de consensos y soluciones adecuadas. Aparentemente el propósito coincidente de normalistas, contrabandistas, chóferes y pilotos del LAB es “doblarle el brazo” al Poder Ejecutivo pensando que éste cederá ante cualquier exigencia para no poner en riesgo los comicios del domingo 18. La interrupción del transporte por tierra y por aire perjudicaría, sin duda, el normal desarrollo de las elecciones.
El Presidente Rodríguez, hasta este momento, no parece dispuesto a ceder ante los chantajes.
MINUCIO
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