Saturday, December 17, 2005

EL DIA QUE LLEGO EL CAMBIO

(CUENTA REGRESIVA ELECTORAL, DÍA 1)

“No hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla”, dice un conocido refrán aplicable como anillo al dedo a las elecciones generales que tendrán lugar mañana en Bolivia.

Sí. Este domingo 18 de diciembre de 2005, día cero en la cuenta regresiva electoral, será recordado en nuestro país y en el mundo como “el día que llegó el Cambio”.

¿Por qué decimos que además de quedar inscrito en una página especial de la historia de Bolivia también será recordado por el mundo?. Pues, simple y llanamente porque el mundo, representado un millar de observadores, muchos de organismos internacionales, otros tantos de países de América, Europa y de otros continentes, además de corresponsales y enviados especiales de la prensa internacional, se encuentran ya bien distribuidos y acomodados en la gran platea del territorio boliviano esperando ansiosos que se levante el telón de las elecciones.

Pero, ¿por qué tanta expectativa?. Elecciones hay con mucha frecuencia y en todas partes. Los ciudadanos acuden a las urnas, votan y eligen a sus gobernantes. Unos partidos ganan y otros pierden. Las noticias sobre nuevos presidentes y nuevos gobiernos ocupan espacios en primeras planas pocos días. Después pasan a ser historia...y el mundo sigue andando.

¿Cómo se explica tanto interés?. Para ensayar una respuesta conviene retroceder en el tiempo. Un retroceso largo, de 513 años, hasta el 12 de Octubre de 1492 cuando Cristóbal Colón descubrió el nuevo mundo. Aquel día, con el desembarco de los españoles se inició la conquista de América y la dominación española con subyugación centenaria de los indígenas.

Desde entonces, en el transcurso de cinco siglos hubo incontables rebeliones indígenas, desde México hasta el Cono Sur americano, las que fueron violentamente aplastadas con eliminación de los revoltosos y sacrificio cruel de sus caudillos quienes pasaron a convertirse en mártires.

En el siglo pasado, especialmente a partir de 1952 cuando comenzó el ciclo de la llamada Revolución Nacional, Bolivia fue marcando rumbos en la incorporación progresiva del campesinado a la vida nacional. Grandes transformaciones como la Reforma Agraria, el Voto Universal y la Reforma Educativa, entre otras, abrieron ancho cauce a la toma de conciencia de los indígenas y mestizos sobre su centenaria exclusión social y la necesidad imperiosa de revertirla.

Esa toma de conciencia, compartida plenamente por otros movimientos sociales que agrupan a obreros, juntas vecinales, desocupados y clase media empobrecida en general, al calor de consignas como la nacionalización de los hidrocarburos pasó repentinamente del descontento silencioso a la protesta callejera y a la convulsión social arrolladora que en los últimos tres años tumbó a dos presidentes y obligó al actual –el tercero- a convocar a las elecciones generales y de prefectos que se realizarán este domingo.

Así, podemos afirmar que estos comicios no serán una elección más, sino la llegada del Cambio que tras haberse gestado desde hace mucho tiempo, con estremecimientos y convulsiones de creciente fuerza, saldrá a la luz naciendo democráticamente de las urnas por obra y gracia del voto ciudadano, universal, libre y secreto. Un Cambio que llega para quedarse, para avanzar -con rapidez o lentitud según las circunstancias y quien sea el timonel- pero adelante, sin posibilidad de retroceso.

No importa cual de los candidatos ocupe el primer lugar. Sea Evo Morales o Tuto Quiroga quien logre más votos y gane la Presidencia de la República el Cambio habrá llegado, oleado y sacramentado por el voto popular.

Es cierto que todo Cambio puede ser para bien o para mal. Pero, también es cierto que la única manera de saberlo es dando lugar a que se produzca… y venga lo que tiene que venir. En Bolivia, desde hace décadas el Cambio ha sido frenado y hemos ido de mal en peor. Ya era hora de acabar con eso.

El mundo intuye que el Cambio llega a Bolivia. Por eso el gran interés en observar tan magno suceso, no sólo este domingo sino también en los próximos días, semanas y meses.

En nuestro país comienza el pago de aquella deuda contraída un 12 de octubre de 1492, cuando Colón desembarcó en América hace 513 años. Para nosotros, los bolivianos, el plazo se cumplió.

MINUCIO

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