(CUENTA REGRESIVA ELECTORAL: DÍA 17)
A menos de tres semanas de las elecciones, cuando la ciudadanía espera amplia difusión de programas de gobierno de los candidatos presidenciales y propuestas claras de solución a los grandes problemas del país, el mayor caudal noticioso que difunden los medios de comunicación gira en torno a declaraciones disparatadas de personajes políticos y a las múltiples reacciones que se desencadenan frente a esos dislates.
EVO PRESIDENTE, DE A BUENAS O DE A MALAS
Aparentemente en estado de lucidez, sin hallarse bajo el efecto de ninguna bebida espirituosa, el senador del MAS y dirigentes campesino Román Loayza, durante una conferencia de prensa en el Parlamento, sostuvo que Evo Morales “será Presidente, de a buenas o de a malas”. De a buenas si gana las elecciones, de a malas si no gana. Obviamente refiriéndose a una eventual revés electoral, Loayza añadió: “Ya tenemos conversado con algunos militares y con algunos de la Policía, posiblemente sin echar sangre vamos a entrar al Palacio...en este momento no puedo aclarar sus nombres. Hemos hablado con generales, con coroneles y también con policías; ellos están haciendo incluso campaña para el MAS.”
Poco después se desencadenaron las reacciones.
“Tuto” Quiroga pidió al Presidente Rodríguez que disponga una investigación en las FF.AA. y la Policía para identificar a los presuntos uniformados golpistas recordando, de paso, que hace algún tiempo el mismo Evo Morales habló de una “insurrección armada” como la del 9 de abril de 1952 para defender el voto. Otros partidos en carrera electoral también condenaron al senador desbocado. Finalmente, el mismo MAS desautorizó y condenó las declaraciones de Loayza remarcando que “no representan la posición institucional del Movimiento al Socialismo, por ser contrarias a las reglas de la democracia, pues vulneran la decisión soberana del pueblo boliviano.”
Lo más penoso de todo fue una aparición del senador Loayza anoche, en el programa “Que no me pierda” de TV, donde admitió que su declaración fue una“metida de pata” , calificó de equívocas sus expresiones que -según dijo- no concuerdan con su vocación democrática, y atribuyó la confusión a su deficiente manejo del idioma español, por ser el quechua su lengua nativa.
No es la primera vez que alguien predice acciones violentas después de las elecciones generales del 18 de diciembre; más concretamente después de la elección de Presidente y Vicepresidente de la República en el Congreso Nacional que fungirá de colegio electoral porque ninguno de los candidatos obtendrá el cincuenta por ciento más uno de los votos válidos. Muchos analistas políticos lo han hecho, avizorando un período de alta tensión política y convulsión social a partir de enero del 2006, sea quien fuere el presidente electo. Eso no es un disparate, ni mucho menos.
Lo que sí resulta disparatado, con categoría de solemne disparate, es que un Senador de la República, militante del Movimiento al Socialismo, olvidando que en democracia es elemental respetar el veredicto de las urnas, proclame a los cuatro vientos que su jefe y candidato del MAS, Evo Morales, será Presidente de la República “de a buenas o de a malas” y que anuncie un golpe de estado en concomitancia con algunos militares y policías. Bien ha hecho el MAS al desautorizar y condenar institucionalmente esa declaración disparatada de su senador.
Irónicamente, en el programa “Que no me pierda” el senador masista, quien ya estaba perdido por bocón, terminó de perderse. Una pena.
MINUCIO
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