(CUENTA REGRESIVA ELECTORAL: DÍA 9)
Mientras las encuestas sobre intención de voto continúan mostrando a dos favoritos para la Presidencia de la República, con alguna ventaja de Evo Morales del MAS sobre Jorge “Tuto”Quiroga de PODEMOS, el cuadro de preferencias respecto a los prefectos es muy claro, tanto que a nueve días de las elecciones es posible señalar, sin temor a equívoco, quiénes serán los triunfadores en ocho de los nueve departamentos.
A diferencia de la mayoría absoluta (50% más uno de los votos válidos) que la ley exige para que un candidato presidencial sea elegido directamente en las urnas, en la elección de prefectos rige el sistema de simple mayoría, vale decir que resulta elegido prefecto el candidato que obtenga más votos, aunque su ventaja sobre el segundo sólo sea de uno.
Tal como van las cosas, sin embargo, no se prevé que a nivel de prefecturas se den triunfos tan ajustados, porque en la mayoría de las regiones es kilométrica -si vale el término- la ventaja del primero sobre el segundo. Veamos los porcentajes difundidos en una reciente encuesta:
La Paz: José Luis Paredes, PODEMOS, 42 %
Santa Cruz: Rubén Costas, APB, 50 %
Cochabamba: Manfred Reyes, AUN, 57 %
Tarija: Mario Cossio, de ERCC, 47%
Beni: Ernesto Suárez, de PODEMOS, 44%
Pando: Leopoldo Fernández, de PODEMOS, 43%
Chuquisaca: Walter Arizaga, de PODEMOS, 36 %
Oruro: Saúl Cabrera, de PODEMOS, 32 %
Potosí: Sergio Medinacelli de PODEMOS, 28 %
Mario Virreira, del MAS, 28 %
En ocho departamentos, la ventaja de los favoritos sobre el segundo fluctúa entre 20 y 10 puntos porcentuales.
En Potosí, como se ve, hay un empate técnico entre PODEMOS y el MAS. El candidato que logre aventajar aunque sea por un voto a su rival ganará la prefectura en ese departamento. Si es Medinacelli PODEMOS sumaría la sexta prefectura a su favor. Si gana Virreira el MAS obtendría su única prefectura de las nueve en disputa.
Desde la fundación de la República hasta el presente, los prefectos representaban al Poder Ejecutivo en cada departamento y eran nombrados por el Presidente de la República. A partir del 2006, tras su elección por voto universal quedarán revestidos de legitimidad democrática, dejarán de ser “apéndices” del Poder Ejecutivo y gobernarán efectivamente a sus regiones dentro de un proceso autonómico que avanza a paso seguro ganando apoyo en todas las regiones.
Los prefectos departamentales, en adelante dejarán de ser meros funcionarios de alto rango nombrados “a dedo” y casi siempre por favor político, para convertirse en auténticos gobernadores.
En Bolivia tendremos un Rey Grande (el Presidente de la República) y nueve Reyes Chiquitos (los Prefectos departamentales), aunque “chiquitos” sólo de nombre porque su poder político y económico será creciente inevitablemente. Creciente de modo razonable si hay armonía con el Rey Grande, o creciente de modo traumático si no hay entendimiento entre el poder central y los poderes departamentales.
Ya sabemos quienes serán los Reyes Chiquitos en ocho de los nueve departamentos. Resta por saber quién será el Rey Grande. El próximo domingo 18 lo sabremos.
MINUCIO
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