Dicen que de los errores se aprende más que de los aciertos...y es verdad. Lo comprobamos al observar el andar del presidente electo de Bolivia, Evo Morales dentro de su laberinto del cual debe salir indefectiblemente -bien o mal parado- el 22 de enero cuando asuma el mando de la Nación.
Son cuatro días transcurridos desde su arrollador triunfo electoral el pasado domingo. Desde entonces improvisó muchos discursos al calor su victoria en las urnas y ofreció sin reticencia muchas conferencias de prensa bajo el acoso de los medios de comunicación nacionales e internacionales que convierten en noticia todo lo que dice o hace Evo Morales. Inmerso en este ajetreo comunicacional el presidente electo, actuando de buena fe y hasta con candidez, no dejaba pregunta sin respuesta ni llamada telefónica de larga distancia sin atención personal.
A Evo no se le pasaba por la cabeza que alguien pudiese jugarle una mala pasada... hasta que una broma pesadísima y de muy mal gusto lo sorprendió telefónicamente desde España. Aparentemente el presidente Rodríguez Zapatero estaba en línea para felicitarlo, pero, en verdad, se trataba de un humorista radial que haciéndose pasar por el mandatario ibérico e imitando su voz entabló diálogo con Evo quien inocentemente respondía a las preguntas malintencionadas del bromista. Los autores se encargaron de difundir ese diálogo por todo el mundo. Millones de personas lo oyeron en los cinco continentes, con fotos de Evo “presidente electo de Bolivia” en pantalla, mediante las grandes cadenas de televisión para las cuales esa broma era gran noticia.
Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, porque aparentemente esa broma pesada le abrió los ojos a Evo Morales. Le permitió tomar conciencia plena de su condición actual de presidente electo de Bolivia cuyo comportamiento tiene que estar en todo momento a la altura de esa jerarquía.
De ayer a hoy -antes y después de la broma- es perceptible un cambio en el trato de Evo Morales con los medios de comunicación. Su locuacidad tradicional, quizás útil para sus proyectos cuando fungía sólo de dirigente sindical, líder político y candidato presidencial, es inconveniente y riesgosa en su nuevo rol de presidente electo que exige
una actitud prudente y cautelosa en sus declaraciones y en sus respuestas a los periodistas.
Igualmente, Evo presidente electo ya no puede seguir siendo tan fácilmente accesible por teléfono como Evo candidato. Es imprescindible rodearlo de un filtro de seguridad que lo ponga a salvo de bromistas pesados o de personas que insultan por teléfono escudados en el anonimato. Es elemental un mecanismo técnico e idóneo que verifique la identidad de sus interlocutores telefónicos.
Esta mañana, tras un encuentro del Presidente Rodríguez con Evo Morales y dirigentes del MAS en Palacio de Gobierno para iniciar el proceso de transición conformando equipos de trabajo para las diferentes áreas de la administración pública, Evo dio una conferencia de prensa en la cual informó sobre esa reunión. Lo hizo de modo breve y claro, circunscribiéndose al tema. Parecía otro Evo.
Además, en respuesta a preguntas de la prensa tuvo un gran acierto. Aclaró que ni él como presidente electo ni su partido ejercieron ninguna presión al Poder Ejecutivo para que mediante decreto aplace por 60 días la apertura de propuesta para la explotación de hierro en el Mutún. Por el contrario –dijo- creemos que esa licitación debe seguir su curso sin interrupción ya que se trata de inversiones en beneficio de Santa Cruz y del país.
Con esta declaración Evo Morales tranquilizó a los comités cívicos cruceños que ya estaban en pie de guerra contra el MAS y envió una clara señal propiciatoria de la inversión extranjera que sea beneficiosa para la región oriental y para el país.
Parece que Evo Morales está tomando buen rumbo dentro su laberinto. Si continúa así podrá salir airoso, sin duda.
MINUCIO
-Comentarios al e-mail: boliviscopio@hotmail.com