Monday, December 12, 2005

EN TORNO A MAYORIAS Y MINORIAS

(CUENTA REGRESIVA ELECTORAL: DÍA 6)

El último foro-debate entre candidatos presidenciales organizado por la Asociación de Periodistas de La Paz, dio lugar a declaraciones de algunos de ellos sobre la forma en que debiera ser elegido el Presidente de la República, y también, posteriormente, a una declaración inoportuna del Comandante de las FF.AA. sobre el mismo tema.

El candidato Samuel Doria Medina de Unidad Nacional (UN) dijo que quien obtenga más votos en la elección del próximo domingo debería asumir la presidencia, aunque remarcó que para ello la ventaja del primero sobre el segundo tendría que ser de 5 puntos porcentuales o más. Esto fue interpretado como anuncio de que, en ese caso, UN apoyará a ese primero en la ronda congresal. Pero, si tal ventaja es menor a 5 puntos –remarcó Doria- el primero y el segundo pasarán a competir en la elección congresal donde los congresistas de UN no votarán por ninguno.

Jorge “Tuto” Quiroga, candidato de Poder Democrático Social (PODEMOS), por su parte, cuando se le preguntó “si el primero, por más que sea primero por un voto, debe ser el presidente”, respondió: “Así es, para mí el primero siempre debería ser, y el primero debería ser en democracia con 50 por ciento más uno con segunda vuelta para tener máxima legitimidad.” Quienes lo escucharon se quedaron con la duda, tratando de adivinar si en caso de ser “Tuto” segundo sus congresistas de PODEMOS votarían por el primero para presidente. Nadie cree que eso pueda suceder, todo lo contrario, hay certeza de que en tal situación PODEMOS hará lo posible y lo imposible para que su candidato sea elegido presidente.

Michiaki Nagatani, candidato del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) ante la misma pregunta fue más claro y coherente en su respuesta. Dijo que si su candidatura no logra algunos de los dos primero lugares, los legisladores emenerristas que lleguen al parlamento se sujetarán al mandato de la Constitución Política del Estado, es decir, decidirán si apoyan al primero o en su caso al segundo.

Evo Morales, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), alérgico a los foro-debates electorales, brilló por su ausencia una vez más. Sin embargo a nombre de su partido el senador Román Loayza declaró que después de las elecciones el MAS evaluará los resultados y definirá una posición. “Lo que sí hemos definido es que si ganamos con el 50 por ciento más uno gobernaremos solos y aplicaremos nuestro programa” dijo. La prudencia de Loayza en esta ocasión contrastó con una reciente y explosiva declaración suya de tono golpista anunciando que Evo Morales será presidente “por las buenas o por malas”.

Aquí, cabe remarcar que en nuestro régimen constitucional, tratándose de la forma de elegir presidente, sólo existe una “mayoría”: la mayoría absoluta, vale decir el 50 por ciento más uno de los votos válidos. Es absurdo hablar de primera mayoría, segunda mayoría o tercera mayoría. Más apropiado sería decir última minoría, penúltima minoría y antepenúltima minoría.

Un día después de ese foro, durante un acto castrense el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, almirante Marco Antonio Justiniano insertó en su discurso una referencia a las elecciones del próximo domingo exhortando a la participación democrática de la ciudadanía. Hasta ahí todo bien. Pero, lamentablemente, dijo que debiera ser presidente quien obtenga la mayoría de votos. Declaración inoportuna, por decir lo menos, en boca del más alto comandante militar quien, sin duda, sabe que la Constitución Política del Estado establece claramente el procedimiento para la elección de presidente y vicepresidente de la República cuando ninguno de los candidatos ha obtenido el 50 por ciento más uno de los votos válidos.

Que los candidatos presidenciales se disparen pretendiendo inventar reglas de juego diversas para la elección de presidente de la república, puede ser admisible porque ya es sabido que en los foros electorales ellos no pueden mantener la boca cerrada ni siquiera ante algunas preguntas capciosas que sólo buscan hacerles”pisar el palito”. Habiendo normas constitucionales claras en esa materia no cabe debate alguno, sólo tiene que cumplirse la ley, guste o no guste a los involucrados.

Lo inadmisible es que el Comandante en Jefe de las FF.AA. emita juicios que no conjugan plenamente con lo establecido por la Carta Magna.

MINUCIO

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