Sunday, October 02, 2005

BOLIVISCOPIO CULTURAL

CUARTETO NUEVO MUNDO

Mario D. Ríos Gastelú

El salón de actos del Hotel Europa acogió al cuarteto de cuerdas Nuevo Mundo, formado en los Estados Unidos de Norteamérica e integrado por tres venezolanos y un boliviano, los que en su corto historial, recibieron elogios en varios países de América y Japón, donde ofrecieron sus conciertos.
El grupo está integrado por los venezolanos Orlando Gómez (violín), Luis Fernández (segundo violín), Circe Días Gomero (violoncello) y el boliviano Mauricio Céspedes (viola).
El concierto fue el penúltimo del programa Festival del Sol realizado en diferentes escenarios y que culminará el lunes 10 de octubre con la presentación de la Orquesta Municipal de El Alto dirigida por el maestro Freddy Céspedes.

Concierto del viernes
El cuarteto Nuevo Mundo es el reciente florecimiento de un grupo sumado a los cultores de instrumentos de cuerda con arco, los que emprendieron el compromiso de interpretar la música de la figura patriarcal del sonido sinfónica, Joseph Haydn, quien en su incursión al género de cámara legó a la humanidad la pureza propia del género.
La interpretación llegó al público con el tema del Cuarteto para cuerdas N° 3 Op. 76 conocido como El emperador. En esta versión los intérpretes dieron la primera referencia de una interacción musical sólo posible con el dominio del instrumento y la comprensión entre ellos.
Haydn no es un compositor fácil de interpretar, pero el cuarteto visitante puso en relieve el esfuerzo y la ductilidad suficientes para una ejecución acorde con exigencias del tema. Los sonidos graves o los altos, se escucharon dentro de un equilibro ajustado a la comunión entre autor e intérpretes, resaltando el minueto trío allegro, por el sentimiento desbordado a las cuerdas.

En cuanto a la obra de Mendelssohn, la versión escuchada del Cuarteto Op. 13 en La menor, nos llevó a la exquisitez de las versiones históricas del siglo XVIII en el ámbito del romanticismo.
Imprimir aquellos sonidos con el latido de sentimientos personales conjugados en cuatro instrumentos, fue el mayor logro para Nuevo Mundo, pues en dos de los movimientos del tema, adagio non lento y presto, se reveló las posibilidades de cada instrumentista para lograr el mismo efecto en medio de características sonoras diferentes. Por esa razón, concluimos en que los concertistas caminan con acierto el recorrido artístico que aún tiene un largo camino transitable.

En medio de las creaciones de Haydn y Mendelsshon escuchamos el vibrar de las cuerdas de la música del siglo XX. El programa incluyó el Cuarteto N° 8 Op.13 - 110. del soviético (ruso) Dimitri Shostakovich (1906-1975). El espíritu revolucionario del compositor, plasmado en toda su producción musical, decanta en una visión de las víctimas del facismo, en una de las composiciones sonaras más exigentes para la ejecución del tema concebido en cinco movimientos. Cada aplauso pudo estar dirigido, particularmente, a la habilidad de cada uno de los integrante de Nuevo Mundo, pero en general, es al grupo al que se destinó el reconocimiento, pues destacar los individual, viene a ser tarea ociosa que, sin embargo, no deja de lado la atención prestada a sus integrantes, por separado, dada la proyección individual ponderable en la versión más aplaudida de la velada.

Pues bien, no es el caso entrar en detalles que tomarían mucho espacio y, por tanto, la síntesis del concierto nos lleva a un manifiesto entusiasmo por la entrega al arte, por la aceptación del público y por el venturoso futuro de los concertistas.

Los aplausos del público, no sólo fueron reconocimiento a lo escuchado, sino deseos de alguna interpretación extra. El Cuarteto Mundo Nuevo llevó a consideración del auditorio, nada memos que una creación de Carlos Gardel: Por una cabeza. El tango clásico de comienzos del siglo pasado, mostró otras características en su sonoridad, sin llegar a distorsionar su esencia porteña.
De pie, el público, celebró la actuación del joven cuarteto.