Saturday, October 08, 2005

DECRETOS DE DOBLE FILO

Se dice que un cuchillo es de doble filo cuando sus dos bordes están igualmente filosos y aptos para cortar. Tal calificativo se aplica también a las cosas o acciones que pueden obrar en contra de lo que se pretende.

En materia de disposiciones dictadas por el Poder Ejecutivo con el propósito de solucionar problemas que alteran la normalidad de la vida cotidiana en la comunidad, algunos decretos supremos resultan de doble filo porque agravan las cosas en lugar de resolverlas.

Dos decretos aprobados el jueves pasado, por ejemplo, son de doble filo. El primero modifica la forma de distribución de garrafas de gas licuado de petróleo (GLP) a fin de evitar las colas y bloqueos callejeros. El segundo prohibe la utilización de GLP engarrafado como carburante en los vehículos de transporte público; y prohibe también a los talleres mecánicos convertir motores para que funcionen a gas licuado en sustitución de gasolina o diesel.

En los hechos, a dos días de vigencia de estos decretos, estamos viendo que el nuevo método de distribución no funciona. Se han multiplicado los bloqueos callejeros que realizan amas de casa con sus garrafas vacías, ocasionando tremendo caos vehicular en las ciudades de La Paz y El Alto. Además, los bloqueos impiden el paso de camiones repartidores de GLP que son obligados a vender ahí mismo su cargamento por lo cual la espera en otros puntos de ambas urbes se torna desesperante, mientras la indignación pública crece y crece, como espuma.

Por otro lado, los choferes sindicalizados han rechazado tajantemente la prohibición del uso de gas licuado en automotores de transporte público. Anuncian que harán frente a cualquier acción coercitiva policial para impedir la circulación de vehículos que funcionan con GLP y amenazan con huelgas de hambre masivas y bloqueo total del tráfico vehicular en La Paz y El Alto.

Así, los dos decretos comentados, en lugar de aliviar esta crisis la han agudizado peligrosamente, tanto que podría llegar a extremos de violencia en los próximos días. Antes sólo protestaban las amas de casa. Ahora se suman los transportistas cuya capacidad de presión es grande.

Como si eso fuera poco, los camioneros transportadores de GLP para reparto, realizaron este sábado una gran caravana de protesta contra el gobierno proclamando que ellos no son responsables del desabastecimiento, como insinuaron algunas autoridades. Remarcan que la producción de GLP ha disminuido hasta un nivel que torna imposible satisfacer la demanda.

Este es el punto clave del problema. Las petroleras transnacionales que abastecen de GLP a nuestro país han bajado drásticamente la producción de este carburante, ocasionando el desabastecimiento que hoy sufrimos. Si esa producción no sube para adecuarse a la demanda nacional el problema se agravará, sin que pueda ser paliado ni por dos ni por cien decretos.

Es lamentable que el Poder Ejecutivo, antes de dictar decretos no prevea si ellos serán viables frente a la realidad. Cuando los decretos son inviables, de hecho, nacen muertos y lo único que ocasionan es deterioro del principio de autoridad y pérdida de la confianza pública en los gobernantes.

La próxima semana veremos si el disparo de esos dos decretos no impacta sobre sus autores cual tiro salido por la culata.

MINUCIO

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