Thursday, September 07, 2006

APLANADORA EN LA CONSTITUYENTE

La "aplanadora" masista en la Asamblea Constituyente funciona desde ayer, cuando haciendo oídos sordos al clamor de la minoría (113 asambleistas) para que se aplique el sistema de dos tercios (170 votos), la bancada del MAS aprobó "en detalle" el Reglamento de Debates con su "mayoría absoluta" (142 votos). De esta manera, parece definitivamente descartada la posibilidad del debate y del consenso como mecanismos para aprobar las normas de la nueva Constitución Política del Estado.

Curiosamente, el proyecto de nueva Constitución que tienen el Poder Ejecutivo y el MAS se mantiene bajo una reserva tan absoluta que ni siquiera es conocido por los constituyentes masistas quienes han sido conminados por el gobierno a votar con disciplina de rebaño, sin chance de disentir ni de abstenerse, so pena de ser satanizados como "traidores" y "vendidos a la oligarquía derechista".

Esto se observó en la sesión de la Asamblea el pasado viernes, cuando el Reglamento de Debates fue aprobado "en grande" por la bancada del MAS con abstención de cinco de sus propios constituyentes. La reacción ante este hecho surgió por boca del vocero presidencial, Alex Contreras, quien condenó esa abstención y hasta pecó de machista cuando al referirse a la constituyente Marcela Revollo, no la identificó por su nombre y apellido sino irónicamente como "la compañera esposa del alcalde de La Paz."

La cosa no quedó ahí, pues el mismo vocero presidencial informó al matutino "La Razón" que "en una reunión interna el MAS reencaminó la posición de cinco de sus asambleistas que no estaban de acuerdo con algunas decisiones del partido de gobierno, como el caso del reglamento interno de debates".

El portavoz de Palacio Alex Contreras -añade la nota periodística- informó que luego de un encuentro con los constituyentes Raúl Prada, Carlos Romero, Loyola Guzmán, Marcela Revollo y Jorge Arias -quienes se abstuvieron de votar en la aprobación del reglamento- se determino que "ahora hay que actuar en forma unitaria y en forma más consensuada".

Este hecho basta y sobra para confirmar la intromisión abierta del Poder Ejecutivo en la Asamblea Constituyente. Los miembros de la bancada masista están obligados a cumplir las consignas gubernamentales que provienen del Palacio de Gobierno en La Paz. Quienes osan, no diremos oponerse a las consignas oficialistas votando en contra, sino tan sólo proceder de acuerdo a su conciencia absteniéndose a la hora de votar, son objeto de jalón de orejas y reprimenda pública.

Pero eso no es todo, pues, el Teatro Gran Mariscal de Ayacucho, donde funciona la Asamblea Constituyente, se encuentra cercado por grupos de campesinos con chicotes en bandolera y masistas desocupados que portan carteles y meten bulla haciendo dizque "vigilia" para evitar desviaciones de los constituyentes del MAS y para intimidar a los opositores.

¿Qué se puede esperar de una Asamblea Constituyente donde la mayoría absoluta masista (142 sobre 255) funciona como una aplanadora manejada a control remoto desde el Palacio de Gobierno?

¿Qué se puede esperar de una Asamblea en la cual se cierra puertas al debate y al consenso, convirtiendo a los miembros de la bancada masista en simples marionetas levantamanos y pretendiendo que los constituyentes no masistas queden reducidos a invitados de piedra.

No se puede esperar nada bueno. Nada que promueva la inclusión en lugar de la exclusión. Nada que aliente la unidad nacional en lugar de dividir a las regiones. Nada que fortalezca la democracia en lugar de abrir paso a la dictadura. Nada bueno, en verdad.

MINUCIO

- Comentarios al e-mail: boliviscopio@homail.com