El título de este comentario es de aquellos que vale igualmente para una situación y para otra. Hoy, por ejemplo, sirve para describir el delicado estado de salud del constituyente masista Román Loayza, quien desde el pasado viernes se encuentra en estado de coma, y también para reflejar la crítica situación que atraviesa la Asamblea Constituyente de Bolivia sumida en un empantanamiento agudo muy similar al estado de coma terminal.
Los últimos informes médicos –esta tarde- dan cuenta que el constituyente Román Loayza aún se encuentra en estado de coma y sometido a terapia intensiva, pero evolucionando muy positivamente, al punto que sus médicos preven una pronta salida del coma y recuperación progresiva de su salud en general.
Si esa previsión de los médicos se cumple Loayza podrá jactarse de haber resucitado. Como se sabe, el pasado viernes en la madrugada cuando lo sacaron de un foso de dos metros de profundidad, a donde había caído de cabeza tras dar un paso en falso, quienes lo auxiliaron y vieron su lamentable estado pensaron que estaba difunto o próximo a morir. De Sucre lo trasladaron a Santa Cruz en un avión-ambulancia y desde entonces permanece en terapia intensiva en la Clínica Petrolera que cuenta con el equipamiento más moderno del país para ese propósito. Lo atiende, además, un equipo médico super calificado en las especialidades de neurología y traumatología.
Román Loayza, además de constituyente, dirigente campesino, comandante del Estado Mayor del Pueblo y miembro de la alta cúpula masista, es hombre de absoluta confianza de Evo Morales. Su ausencia temporal deja un boquete difícil de llenar en la bancada constituyente del MAS, hecho que obligará al vicepresidente Alvaro García Linera a viajar con más frecuencia a Sucre para fungir de director de orquesta para impartir, batuta en mano, las consignas elucubradas en el Palacio de Gobierno de La Paz.
Hablando de orquestas, hasta el momento del accidente, el pasado viernes, Román Loayza era el "director de orquesta" masista en la Asamblea Constituyente. Por una ironía del destino el accidente que casi le cuesta la vida tuvo lugar precisamente en el foso destinado a la orquesta en el Teatro Gran Mariscal de Ayacucho. Es una concavidad de algo más de dos metros de profundidad donde se acomodan el director y los músicos con sus instrumentos cuando se representan obras teatrales.
A manera de puente sobre ese foso existe una rampa de dos metros de ancho que vincula el salón con el escenario donde ahora se encuentra instalada la Mesa Directiva de la Asamblea Constituyente. Al transitar por esa rampa junto con otros masistas para discutir con miembros de la directiva Román Loayza dio un paso en falsó y cayó. Hombre corpulento y maciso Román pudo haber salido mejor librado si caía de pies o de costado, pero...mala suerte...su impacto contra el piso de cemento fue de cabeza.
"Constituyente en coma". Este título - ya lo dijimos- es también apropiado para describir el estado actual de la Asamblea Constituyente. Para hoy está anunciada la reanudación de sesiones, siendo previsible que la concurrencia sea sólo de masistas quienes en la pasada reunión ya aprobaron "en grande" un Reglamento de Debates al gusto y sabor de Evo Morales. Debido a ello la oposición se replegó. Hoy los masistas, en solitario, se proponen aprobar ese reglamento "en detalle" y "en revisión", con lo cual, dos días antes de cumpla su primer mes, podrá decirse que la Asamblea murió como escenario de debate, de diálogo y de consenso, condiciones esenciales de cualquier "asamblea". Lo que habrá en adelante -aunque se denomine asamblea- será un monólogo.
Sí. La Asamblea Constituyente se encuentra en estado de coma. Un coma profundo y terminal.
MINUCIO
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