Friday, September 22, 2006

El otro yo del Dr. Merengue-García Linera

Dos de los humoristas argentinos más brillantes, entre varios que tuvo y tiene aquel país, fueron Lino Palacios y Guillermo Lares-Divito cuyo fino humor, plasmado en tiras cómicas inolvidables, hizo reir y sonreir a sucesivas generaciones. Entre las historietas más famosas de estos geniales dibujantes han quedado inmortalizadas "El otro yo del Dr. Merengue" de Divito, "Doña Tremebunda", "Fúlmine" y "Radragaz" por sólo mencionar cuatro.

La tira cómica que hoy comentamos es "El otro yo del doctor Merengue", personaje simpático pero de doble personalidad, doble cara y doble discurso. Junto al Dr. Merengue, en todo lo que hacía o decía, siempre estaba presente su "otro yo", tan inseparablemente ligado a él como su sombra.

Así, cuando el Dr. Merengue proyectaba una imagen angelical, su otro yo saltaba como demonio. Si en tono amable decía "blanco", su otro yo lo contradecía gritando "negro"; cuando pregonaba amor, su otro yo incitaba al odio; si exhortaba a la unidad, su otro yo ensalzaba la división; cuando abogaba por la vida, su otro yo invocaba a la muerte... y así, contradicciones permanente entre el Dr. Merengue y su otro yo, siempre discursos contradictorios y acciones contrapuestas.

En la vida cotidiana hay muchas personas que encajan en el molde arriba descrito del Dr. Merengue; pero, donde más se los observa es en la política. Los doctores Merengues no sólo abundan sino que pululan dentro de los partidos y en las funciones públicas. Sin embargo, como en todo, muchos son los llamados y pocos los escogidos. En esto, el "doctor-merenguismo" no es excepción: dentro de los partidos hay muchísimos aprendices, pocos maestros y sólo un "gran maestro" o ninguno.

El Movimiento al Socialismo (MAS) sí tiene un "gran maestro", un gran Doctor Merengue. Es el vicepresidente de la República Alvaro García Linera cuyo otro yo negativo es tan poderoso que frecuentemente lo domina por completo, anulando a su yo positivo. Para confirmar esto van a continuación sólo dos "botones de muestra".

PRIMERO: Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente.- Alvaro García Linera, en su condición de vicepresidente de la república y presidente del Congreso Nacional, fue artífice del consenso entre el oficialismo y la oposición para que esa ley se apruebe por unanimidad, incluyendo entre sus normas una que fue clave del amplio consenso: el sistema de los dos tercios de votos para aprobar el texto de la nueva Constitución. Esto aconteció en marzo, cuando se hizo patente el yo bueno, democrático y casi angelical del Dr. Merengue-García Linera.

Seis meses después, cuando la Asamblea Constituyente ya está funcionando, aunque trancada por la pugna entre la oposición y los masistas que pretenden imponer el sistema de mayoría absoluta (mitad más uno de votos) en lugar de los dos tercios, el mismo García Linera se constituye en abanderado de la consigna masista, interpreta torcidamente la Ley de Convocatoria e incita a los movimientos sociales a cercar la Asamblea para presionar a los asambleístas e intimidarlos en respaldo de la consigna oficialista. Aquí surge ostentosamente el yo maligno, perverso, autoritario y diabólico del Dr. Merengue-García Linera que no vacila en borrar con el codo lo que firmó con la mano.

SEGUNDO: Un discurso pacifista ante prefectos y otro de incitación a la lucha armada ante campesinos. El pasado martes, en reunión con los nueve prefectos departamentales en palacio de gobierno, García Linera, se mostró como devoto defensor del diálogo y la concertación para resolver conflictos, rechazando las presiones y bloqueos de caminos. Además proclamó su fe en la democracia y llamó a la unidad entre los bolivianos. Aquí, el Dr. Merengue-García Linera se mostró tan devoto de la paz y el diálogo que al oírlo uno podía pensar que se trataba de la paloma de la paz en forma humana,

Al día siguiente, ante campesinos en la población rural de Huarizata, él recordó con emoción su tiempo de guerrillero, cuando andaba por esos lares con una metralleta FAL bajo el poncho y cuando -según dijo- aprendió a luchar por la revolución, a amar y a matar. Instó a la campesinos a mantenerse movilizados para defender "con los fusiles Mauser" los cambios históricos. Finalmente insistió en que los indígenas deben estar atentos a una convocatoria del gobierno para inmediatamente actuar como guerreros de la liberación indígena. Ahí oímos al otro yo del Dr. Merengue García Linera, haciendo apología de la violencia y llamando a la lucha armada a los campesinos.

Como puede verse, nunca mejor aplicada la comparación del otro yo del Dr. Merengue con el otro yo del Dr. García Linera, vicepresidente de Bolivia.

MINUCIO

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